Después de dos agotadoras pruebas en las Antípodas, por fin todos los pilotos del Mundial tendrán la oportunidad de rodar nuevamente en tierras europeas. El Circuito de Cheste está calentando motores para acoger la última prueba del año, como cada temporada desde el 2002. A diferencia de las categorías de 125 y MotoGP, la cilindrada de dos y medio llega a la decimosexta y última prueba del año con su campeón por decidir, con lo que la acción extrema estará servida desde el próximo viernes. Ningún piloto español de 250 tiene opciones de hacerse con el título, pero seguro que lucharán para lograr la última victoria del año en casa.
Superado el traspié de la prueba malaya, los pilotos Mapfre llegan a Valencia deseosos de ofrecer un buen resultado a su equipo en casa. Álvaro Bautista dejó sus opciones de título en Malasia, pero no su hambre de victoria. En la última prueba española en Montmeló consiguió su última victoria, con lo que espera repetir de nuevo el próximo domingo en casa. El talaverano de Mapfre se presenta ante su último gran premio en la categoría intermedia, y quiere despedirse con buen sabor de boca, por lo que se empleará al máximo, para rubricar un buen resultado.
Álvaro Bautista
«Me hubiera gustado llegar a Valencia en otra situación, pero en las tres últimas carreras la suerte no ha estado de nuestro lado. Llego sin opciones de luchar por el campeonato, pero es mi última carrera en dos y medio, y tengo ganas de disfrutar con la afición. Saldré a darlo todo para luchar por la victoria. Una vez perdido nuestro objetivo principal, ahora lo que quiero es disfrutar al máximo del fin de semana, y despedirme de la categoría de 250 con buen sabor de boca. Es muy importante salir a ganar y cerrar esta etapa con una victoria. El Circuito de Cheste no tiene ningún secreto para mí porque he rodado mucho allí, pero no es uno de mis favoritos. A pesar de todo, no valen las excusas y me exprimiré desde el viernes.»
