Por ahora es un proyecto piloto en Alemania, pero BMW lanza con ello la idea. A medida que las ventas de vehículos eléctricos aumentan, también lo hará en un plazo de pocos años la cantidad de baterías que llegarán al desguace. Y no serán pocas, ni de un valor poco significativo: es la parte más importante de cualquier vehículo eléctrico, por precio y a veces por volumen o peso, incluso. Y esto no va a cambiar por mucho que avance la tecnología: si hay baterías mucho más eficientes, los coches y motos llegarán más lejos y más rápido, pero seguirán teniendo como base principal la batería.
BMW es con una planta energética en Leipzig (Alemania), donde han puesto en marcha una unidad de acumulación de energía usando baterías procedentes de sus coches i3. Cuando esas baterías lleguen al final de su vida útil para los coches (lo que suele considerarse cuando no consiguen retener un 70 a 80 por ciento de su carga completa), se llevarán a este sección de la central para darle un segundo uso, “innovador sostenible y rentable”. Usarán la energía generada por las turbinas eólicas de esta central, pues es de ese tipo, y podrá almacenar las baterías equivalentes a hasta 700 coches BMW i3.
BMW, esas 700 baterías podrían almacenar la energía necesaria para recorrer hasta 100.000 kilómetros en un i3. Esa unidad industrial de almacenamiento, que se puede expandir en el futuro, será compatible con las próximas generaciones de baterías. Para BMW esta idea demuestra que el futuro de la movilidad eléctrica también será sostenible: el reutilizar las baterías para esta finalidad, se contribuye también a reducir más todavía la huella de carbono (emisiones de CO2) de todo el proceso. Precisamente BMW alcanzó la semana pasada una producción de 100.000 unidades del modelo i3 en la factoría de Leipzig, y planean contar con hasta 25 modelos eléctricos para el año 2025.
