Nuestro día a día está repleto de carreras. El tiempo está pautado por la hora de llegada y salida del trabajo. Cuando comes. A qué hora y minuto exacto pasa el transporte público que te llevará a otro lugar donde también tienes que estar a una hora concreta. Es por esto que es normal ver a personas corriendo por las aceras, en los andenes del metro o por la calle. Pero lo que es menos frecuente es que alguien se pare para acercarte cuando llegas tarde a un sitio y vas apurado.
Ya sabemos que es difícil ver a un desconocido ayudando a otra persona por un simple “gracias” pero en el mundo motero parece que se destila el ayudar al prójimo y más cuando ves a un hombre mayor corriendo para coger el bus. Esta es la historia de un motero que vio la desesperación de un hombre que perdía su única forma de transporte en un polígono vacío y decidió parar para llevarle a la carrera a la parada.
El hombre consiguió llegar para coger su bus y el motero hizo su buena acción del día, pero hay algo que chirría en esta historia. Con las prisas por llegar, la moto para, el hombre se sube pero falta algo. Falta el casco. Y es que en la loca carrera por llegar antes que el bus, el hombre no usa ninguna forma de protección, lo que que en un posible accidente hubiera sido fatal.
Es normal ir con prisas ya que el día está repleto de horas y citas a las que tenemos que llegar, pero nunca debemos olvidarnos de la seguridad y menos cuando se circula en moto. En el pasado 2017, los motoristas junto con ciclistas y peatones constituyeron el 46% de los fallecidos en carreteras, siendo uno de los colectivos más vulnerables. Solo en el año pasado 359 personas perdían la vida cuando circulaban en moto. Es por esto que la seguridad vial es muy importante y aunque es bueno ayudar a los demás, en carretera siempre debemos ir protegidos.