Aunque disfrutar de la moto de enduro en invierno es un clásico, lo cierto es que en algunos puntos y algunos momentos del año, la nieve complica mucho la situación e incluso llega a hacer que sea imposible circular con ella por el campo. Si aún así quieres salir a divertirte, las opciones para hacerlo pasan por mudarte a un lugar en el que no haya nieve o hacerte con una Christini AWD en cualquiera de sus motorizaciones y después instalar el kit II-Track. Así, convertirás tu moto de enduro en una moto de nieve y podrás seguir dando gas aunque la nieve te llegue a la altura del pecho.
Para conseguirlo, los técnicos de la firma de Philladelpia han recurrido a un sistema de oruga como el que emplean las motos de nieve auténticas, pero sin tener que modificar ninguna pieza de la moto, ya que se cambian, al más puro estilo “plug-and-play”.
Como los modelos AWD cuentan con tracción a las dos ruedas, el tren delantero y el trasero actúan a la par, haciendo más fácil y divertido avanzar encima de la nieve. Además, el sistema, con un coste estimado de cerca de unos 7.000 euros, permite una puesta a punto del mismo en función del tipo de nieve que nos encontremos, desde nieve en polvo o suave, hasta zonas de barro e incluso arena. También sorprende comprobar que el sistema de frenado en la rueda delantera ha sido adaptado, por lo que se puede frenar realmente.
Al final, la cifra entre moto y sistema se va cerca de los 15.000 euros, una cifra elevada teniendo en cuenta que la más básica de sus máquinas se sitúa sobre los 8.000. Eso sí, lo bueno del II-Track es que con unos pocos cambios vuelves a tener tu moto de enduro otra vez, un auténtico dos en uno.