Sin duda alguna si algo positivo se puede extraer de una tragedia como esta, es ver como uno se siente cada vez más orgulloso de pertenecer a esta gran familia de la moto, donde los aficionados se han volcado en apoyo del piloto, en las redes sociales, webs, etc. Echan fuego en homenaje al tristemente fallecido Marco Simoncelli, que como todos sabéis una fatalidad del destino nos lo ha arrebatado de los circuitos, en un fatídico incidente. Incluso el equipo ha expresado su agradecimiento y el de la familia de Sic, como os pongo aquí: «Gracias por el amor demostrado a Marco. La estrella de Super Sic brillará para siempre en el cielo! .Gracias de parte de la familia de Marco y del equipo».
La verdad es que me ha costado enormemente escribir estas palabras, uno se queda vacío cuando pasa algo de este calibre y nunca encuentra ni el tono, ni las palabras adecuadas. Atrás quedan grandes duelos, grandes polémicas, pero sobre todo una gran personalidad, su carisma nos deja un hueco difícil de rellenar. Echaremos de menos su imborrable sonrisa, sus pelos y sobre todo esa gran fuerza que imprimía en cada una de sus contiendas.
El cielo va a recibir a una leyenda joven, demasiado joven, que vivió y murió en su lugar preferido.
En 2008 ganó el título de 250cc, contra un gran Álvaro Bautista, que entre ambos nos regalaron un buen número de carreras para guardar. Su estilo campechano y su personalidad le obligaban a felicitar a nuestro Álvaro en cada carrera, pero sobre todo dejaba al descubierto su humildad. Al llegar a MotoGP, sobre todo en esta última temporada, a los mandos de la Honda Sic comenzó a demostrar que tenía por delante un gran futuro en MotoGP y quitando algunos fallos al inicio, la madurez del piloto se hacía cada vez más patente.
Es difícil asumir que su sonrisa ya no nos acompañará en cada gran premio, así como es inevitable pensar también en otra sonrisa que se apagó el año pasado, la de Shoya Tomizawa, que al igual que Marco dejan un gran vacío y es que llevamos dos años con una factura demasiada elevada para nuestra familia motociclista.
Si en algo coincidían sus compañeros es en describir la gran persona que se dejaba ver fuera de las pistas, mecánicos, equipos, prensa y aficionados estamos muy tocados por esta tragedia. Tengo que destacar el bonito resumen homenaje que ayer nuestros compañeros de RTVE realizaron en Paddock GP y que os recomiendo ver.
Poco más que decir, su ausencia va a generar una herida difícil de cerrar, sobre todo lo siento por su familia, que lo tiene que estar pasándolo realmente mal. El cielo va a recibir a una leyenda joven, demasiado joven, que vivió y murió en su lugar preferido, haciendo lo que más le gustaba. Un cachito de el quedará entre todos nosotros, la injusta fatalidad se cruza en el camino cuando menos te lo esperas.
¡Sempre in cuore!
