Cómo evitar multas de radar: consejos y trucos

Con la velocidad se hace mucha demagogia a la hora de analizar siniestralidad, incluso campañas o afirmaciones poco fieles a la realidad que no ayudan a educar correctamente, por no hablar de los radares que están en sitios con afán obviamente recaudatorio y no preventivo. Pero sí hay dos verdades absolutas: en caso de accidente más velocidad provocará más daños, y una velocidad excesiva puede convertir un despiste o situación de riesgo en un accidente. Por eso nuestro consejo es ser siempre muy consciente de a qué velocidad circulamos por nuestra seguridad.

Dicho esto, como decíamos demasiados radares están en zonas seguras (para recaudar) y algunas limitaciones de velocidad tienen poco sentido para el tipo de vía (y vehículos) actuales. Llevar el móvil a la vista con un programa de navegación (o navegador) ayuda, además de no perderse, a saber qué límites tiene nuestra ruta y dónde hay radares esperándonos. Las prestaciones de la mayoría de motos permiten superar esos límites con tanta holgura que no es difícil recibir una denuncia que sea un problema: por dinero, por puntos en el carné y hasta porque te acusen de delito contra la seguridad vial (sin que haya sucedido nada más que haber pasado demasiado deprisa por ese punto). Conviene tener bien clara la tabla de velocidades y sanciones para saber dónde están los límites: hasta qué velocidad te tocará pagar una multa sin más, hasta dónde empiezas a perder puntos y hasta dónde tendrás que ir a dar explicaciones a un juez (muy graves). Nuestro consejo: imponte a ti mismo como límite “realista” la velocidad a la que empezarías a perder puntos.

La regla del siete…

Esta tabla está muy bien pero hay una norma que conviene tener presente, la que se conoce como regla del siete. Es sencillo: el margen de error de los radares es de 7 km/h cuando el límite de la vía es de 100 km/h o menos. Es decir que en una calle limitada a 50 km/h, en realidad el radar no te fotografiará (ni te sancionarán) si pasas a menos de 57 km/h. Cuando el límite son más de 100 km/h, entonces el margen de error no son 7 km/h sino que se aplica un 7 por ciento. Para 100 km/h sí serán 107, pero para un límite de 110 serían 118 km/h, a 120 serán casi 129 km/h, etcétera.

Poca visibilidad: la noche nos confunde

¿Funcionan los radares de noche? Por si lo dudabas, que te quede claro: sí. La luz que disparan es tenue y rápida para no deslumbrar y además muchos tienen cámara infrarroja, eso y la placa de matrícula reflectante hacen que no haya escapatoria. Todos los radares fijos “disparan” de noche, pero todos están localizados y por lo tanto un avisador GPS o el móvil (o si conoces la zona) deberían evitarte la posible multa.
Lo que sí es cierto es que los radares móviles no suelen trabajar de noche. Por temas de turnos en las patrullas, tanto Guardia Civil como policías municipales no es habitual que tengan radares móviles desplegados de noche (aunque en ciertas zonas de algunas localidades, sí ocurre). Por otra parte, los helicópteros (y con ellos el Pegasus) tampoco vuelan de noche y por tanto ese tipo de multa, en principio, no es de temer.

También cuando las condiciones meteorológicas son muy adversas los radares pueden tener problemas para multar, o el Pegasus para volar. Con vientos muy fuertes (más de 50 km/h), con lluvia intensa, o niebla muy densa… De todas formas, en esas condiciones tu mayor problema no debería ser saber si te van a cazar con algún radar sino pensar si deberías estar circulando, no ya por encima del límite sino a cualquier velocidad. Por otra parte, de noche, circular en moto muy por encima de los límites no es nada seguro y no lo recomendamos: la iluminación no es buena y podría aparecer algo imprevisto, incluso un animal puede provocar un gran disgusto.