Aunque la gran mayoría de marcas han optado por introducir de serie los frenos con ABS, la normativa europea que entrará en vigor a partir de enero de 2016 será la que haga obligatorio la implementación de los mismos en todas las motos de más de 125 que se fabriquen a partir de entonces. Una medida que parece contar con el respaldo de los usuarios que cada vez más han ido eligiendo las versiones con la ayuda a la frenada frente a los modelos equipados con sistemas de frenos convencionales.
Está claro, y la experiencia lo demuestra, que las motos que emplean ABS tienen una capacidad de frenado fuera de toda duda y que, además, son más seguras. Las siglas ABS corresponden al término alemán A*nti *B*lockier *S*ystem y hacen referencia de manera obvia a que se trata de un sistema de antibloqueo para las ruedas en caso de frenada de emergencia. El invento primigenio corresponde a *Bosch, que en la década de los años ’30 ya trabajaba en él, aunque no fue hasta los ’70 del siglo XX cuando se consiguió la evolución que terminó con los sistemas de frenado que conocemos hoy en día, pero ¿cómo funciona un freno con ABS?
El sistema es tan ingenioso como eficaz. Al sistema de freno convencional se le instala una segunda bomba y los detectores de revoluciones de las ruedas, es decir la velocidad a las que estas se están moviendo. Estos detectores mandan la información a un sistema llamado Módulo de Control. Si este módulo detecta una deceleración anómala y que el vehículo aún no se ha detenido, comienza a actuar antes de que las ruedas se bloqueen. Para ello baja automáticamente la presión en los circuitos y cuando la rueda recupera tracción vuelve a dejar que el freno actúe al 100% de su fuerza. El procedimiento se repite entre 50 y 100 veces por segundo hasta que la moto se detiene por completo.
La pregunta tras saber su funcionamiento es ¿y frenan más o mejor que un sistema normal? La respuesta es tan clara como contundente. Una moto con ABS frena en menor espacio que una moto sin ABS ¿el motivo? El sistema hace que durante el proceso de frenada el coeficiente de rozamiento estático se mantenga al no haber deslizamiento de la rueda sobre el asfalto. Estas bondades aumentan si la carretera no se encuentra en perfectas condiciones, ya sea por agua, irregularidades, suciedad… Por si todo fuera poco, evita también que la dirección se cierre de manera brusca, como hemos podido ver en numerosas ocasiones.
