¿Cómo hacer un caballito con un quad? Así no...
Cuando no es ni el sitio ni el momento pasan estas cosas

Seguro que alguna vez has visto a Emilio Zamora o cualquier otro stuntman y has pensado “uff, eso tiene que ser difícil”. Si lo has hecho ¡enhorabuena! Eres una persona con sensatez que valora el incansable trabajo que hay detrás de cada maniobra que ejecutan. Sin embargo, si has pensado “uff, eso lo hago yo con mi colega detrás y me sobra una mano” además de ser un poco iluso tirando a fanfarrón puede que acabes como los protagonistas del vídeo que acompaña este texto.
Vamos, como siempre, a analizar la jugada en busca de qué pudo salir mal. En realidad y viendo el resultado final de todo, lo cierto es que bastante bien salió la jugada. Pero bueno, empecemos por analizar la situación: Nos encontramos en las calles de algún pueblo, con alguien grabando con un teléfono a un quad que viene sobre sus dos ruedas traseras entre el tráfico ¡mal empezamos! Tras un aterrizaje no muy sutil y ya más cerca del que graba, un segundo caballito muy vertical, tan vertical que acaba tocando con la parte trasera. Es justo cuando el quad se encuentra al lado de quien está grabando que se ve claramente ¡que hay dos personas y sin casco ni ningún elemento de protección! Cada milésima del vídeo es más loca que la anterior.
PTDRRR?? pic.twitter.com/1GoIxUmCWg
— sapapaya? (@2s2a_zz) August 29, 2021
Es entonces cuando el vehículo pierde toda la velocidad y queda de pie con los dos ocupantes del mismo a merced de la suerte. Y, claro, la suerte es caprichosa así que como estaban en una calle abierta al público, aparece una furgoneta y los enviste. Lo cierto es que la suerte parece estar de su lado por un momento porque más que un golpe es un leve empujón, pero entonces llega el punto más crítico. La persona que iba detrás queda atrapada con su cabeza en la entrada de aire de la furgoneta... Por fortuna él mismo es capaz de zafarse y liberar su cabeza sin mayor problema, pero el susto está ahí y el disgusto se libró por los pelos.
Situaciones así deben hacernos reflexionar una vez más no sólo sobre la conducción estúpida del protagonista y el poco hábil acompañante. No cabe duda de que ellos son los grandes culpables de todo, son unos irresponsables y podrían haber causado un grave accidente a los demás. Sin embargo, si nosotros vemos desde fuera un comportamiento así en otro usuario lo más prudente es mantener las distancias, ya que no sabes qué va a pasar y es mejor mantenerse a salvo tanto si vamos en la moto como en cualquier otro vehículo.