Y que vaya por delante que estar inmerso en una persecución no es nada sencillo y nos quitamos el sombrero ante todos aquellos que se ven obligados a poner en peligro su vida para atrapar a alguien que no tiene aprecio ni por la suya ni por la de los demás.
Puestos ya en situación, el policía que lleva instalada la cámara pertenece a los motoristas de incógnito que patrullan por las carreteras nórdicas. Podemos ver a un compañero suyo al principio del vídeo, detenido en el arcén y sobre una Kawasaki ZZR1400 al igual que más adelante y durante la persecución, lo volvemos a ver y también a otro con una Yamaha T-MAX.
La acción comienza en el minuto 08:40 cuando el policía sale disparado del carril de aceleración por el que accede a la autopista. La pobre caja de cambios de la moto (desconocemos el modelo) así como el corte de inyección se llevan un par de acciones algo perjudiciales para su durabilidad.
Unos minutos después ya podemos ver el sujeto perseguido: un hombre con una mujer de pasajero que circulan sobre una Suzuki Intruder M1800R. La primera parte de la persecución ocurre por una zona residencial, a velocidades muy peligrosas para los posibles habitantes de esa zona (se ven fugazmente varios ciclistas). Quizás en ese momento el policía debería haber abortado la persecución, valorando si el riesgo era o no asumible.
Además la persecución no sólo tiene lugar en la calle sino también a través de parques y zonas ajardinadas. Lo cierto es que el supuesto delincuente maneja increíblemente bien la Intruder (todo hay que decirlo) porque no es precisamente la mejor moto para escapar.
Luego ya en carretera más despejada, el policía a punto está de colisionar en el minuto 15:06, tras no percatarse de la frenada que realiza la Suzuki. De nuevo llama la atención sin saber qué moto lleva el policía, que difícilmente sea capaz de alcanzar a la Intruder en casi ningún momento, y se limite a acecharlo a distancia.
Durante estos minutos el policía parece tener algún problema de entendimiento con la caja de cambios, tanto al subir marchas como en las reducciones. Algunas de ellas son a capón, y con ello no ganas tampoco décimas de vital importancia en una persecución, al contrario.
La persecución termina en el minuto 27:46 cuando el piloto de la Suzuki pierde la rueda delantera de nuevo fuera del asfalto. Sale corriendo y el policía continua la persecución sobre la moto, algo que tampoco es la mejor opción pues a pie y en una zona como la del vídeo, hay posibilidades de escapar por zonas de difícil acceso para la moto, al menos de forma rápida.
El final del vídeo termina con un momento que normalmente todos queremos olvidar, y es que se nos caiga la moto en parado. En un primer momento pensábamos que era porque iba a salir corriendo, pero lo cierto es que vuelve a levantar la moto por lo que era algo que no estaba dentro de sus planes.
No sabemos si finalmente el posible delincuente durmió esa noche entre rejas o, por el contrario, siguió protagonizando lo que parece un DLC del GTA.
