¿Cómo recuperar tu moto robada?
Una manera efectiva y peligrosa

Siempre hemos hecho especial hincapié en cómo hay que proteger nuestra moto para intentar evitar que nos la roben. En resumen es recurrir a todos los medios que tenemos para ponérselo lo más difícil posible a esa panda de indeseables. Aun así, hay veces que ni con toda nuestra precaución y todos los medios podemos librarnos de estas situaciones y el mal vence y se hace con nuestra moto. El procedimiento recomendado y también el más efectivo es el de acudir directamente al cuartel de Guardia Civil o a la comisaría de Policía más cercana a presentar una denuncia con el mayor número de información posible.
Obviamente hay que contar con los datos de identificación de la moto (matrícula y bastidor) pero también cualquier detalle puede ser determinante. Además, si contamos con localizador de la moto siempre podremos intentar localizarla o al menos conocer el último punto donde este dio señal. Huelga decir que cuanto antes se presente la denuncia mejor pues puede haber más opciones de recuperar la moto. Sin embargo, a veces encontramos recuperaciones de motos robadas que son mucho más impactantes.
Nos trasladamos con el vídeo hasta Brasil, concretamente a Santo Aleixo, en Jaboatão dos Guararapes (PE), una población prácticamente en la zona central del gran país americano. Allí una cámara de vídeo situado en un establecimiento nos muestra cómo en el inicio del mismo una persona llega hasta la esquina corriendo con un casco que se quita y ataviado un chaleco identificativo. Se trata, ni más ni menos, que de un mototaxista una figura habitual allí.
Le vemos cómo va siguiendo a las motos que pasan, como esperando a alguien. Se le aprecia nervioso. Entonces, después de que varias motos hayan pasado es cuando llega el momento álgido: de repente, una de las motos que gira en la esquina es el objetivo y utiliza el casco como arma arrojadiza a la cabeza (desprotegida) del conductor. La caída es inevitable y es entonces cuando en el plano entra otro mototaxista corriendo con su casco puesto. ¡Estamos ante un robo frustrado!
La reacción del ladrón da bastante miedo y es que tras levantarse parece buscar una pistola en sus pantalones, momento en el cual los dos mototaxistas salen corriendo. En lugar de intentar coger la moto de nuevo y sin sacar ningún arma ¿estamos ante un farol? El ladrón sale corriendo para escapar. Finalmente, entendemos que los mototaxistas pudieron recuperar la moto pero es algo que no aparece en el vídeo.
Lo que sí sabemos es que no se presentó denuncia ninguna y que a pesar de lo efectivo de la acción fue un momento tremendamente peligroso para los mototaxistas así como para el resto de la gente de bien que había en la calle. Sería cínico decir que nos preocupa la integridad física del caco que, lamentablemente pudo irse libre y por su pie. Así que podemos sacar la conclusión de que una moto no vale nuestra vida, por muy preciada que sea para nosotros. Nunca sabemos cómo puede reaccionar ni qué guardan estos seres para atacarnos, así que aunque duela, mejor cuidarnos de sus posibles acciones porque ellos normalmente ya no tienen nada que perder.