¿Se te ha mojado el móvil yendo en moto? Mitos y verdades sobre cómo secarlo
Si te ha pasado todavía hay hueco para la esperanza

Puede que hayas salido de casa con un sol radiante, hayas puesto el móvil en el soporte de la moto y, de repente, el cielo haya comenzado a vaciarse sobre ti. Las tormentas de verano son una de las muchas opciones que tenemos para que nuestro teléfono se moje y, salvo algunos modelos, el teléfono móvil y el agua no son buena combinación. En caso de que te haya pasado, hay algunos consejos circulando por la red. Y algunos son correctos, pero otro harán que tu teléfono suba al cielo de los móviles.
Lo primero que debemos entender es que cuando el agua entra en contacto con nuestro teléfono, el líquido elemento puede generar reacciones químicas con los materiales que lo conforman. La principal de ellas es la corrosión, a la que además hay que sumar el hecho de que puede generar cortocircuitos o incluso la rotura de alguna de sus partes.

Así que, una vez el agua ha entrado en contacto con el teléfono, lo primero que hay que hacer es apagarlo, si estuviera cargando (por eso de llevarlo enchufado a la toma USB mientras vamos en marcha con el GPS) habría que desconectarlo también, y si es posible retirarle la batería. Después hay que meter el aparato en un recipiente con bolsas de bolas de sílice (esas que vienen en las cajas de zapatos o de los equipos eléctricos) y dejarlo durante 24 o 48 sin hacer nada con él. Si pasado ese tiempo el móvil no recobra la vida, lo mejor es llevarlo a un especialista.
¿Qué es lo que no debemos hacer? Pues está muy extendido el bulo de que podemos meterlo en un recipiente de arroz, algo que los expertos desaconsejan porque aunque es cierto que el arroz puede absorber la humedad, puede dejar nuevos residuos que sean todavía peores. Tampoco hay que darle con el secador de pelo o un compresor, ya que este aire propulsado podría conducir el agua a zonas donde no hubiera llegado y, como resultado, empeoraría la situación. Además, lo que no hay que hacer en ningún caso y bajo ningún concepto es enchufar el móvil al cargador, ya no por el móvil en sí sino porque cabe la posibilidad de que los contactos de los cables de carga estén mojados y el agua podría transmitir la electricidad generando un peligroso cortocircuito.
Lo mejor, como siempre, es evitar que se moje el móvil, así que aunque no sea estanca, siempre conviene llevarlo en una funda. Así, ante una tormenta tendremos tiempo de parar y guardarlo rápidamente. Y, claro, si contamos con una funda estanca será todavía mejor.