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Cómo usar una moto de nieve: así no…

Fotos: SMN
El clima de Canadá no permite usar la moto en invierno. Bueno sí, pero otro tipo de moto, la de nieve. Pero cuando el calor llega y la blanca superficie se derrite, no hay más remedio que aparcarla hasta el año siguiente. ¿O no? Siempre se puede usar para alguna locura. La idea, era buena... la ejecución, no tanto. Dolor...

Es habitual ver vídeos de gente que, con una moto de nieve cruzan por encima de un río o de un pantano. Realmente no hay demasiadas diferencias entre una moto de nieve y una moto de agua, y la cadena trasera es capaz de dar el suficiente impulso como para que, con ambos patines frontales, pueda deslizarse por encima del agua.

Pero lo que no es tan habitual es que lo intenten en una piscina. La idea no es mala pero claro, el problema son los bordes, que suelen estar más elevados que la superficie del agua. Y cuando la moto de nieve va por encima del agua, suele ir más hundida de atrás, mal asunto si encontramos un obstáculo.

En una moto de dos ruedas, si vamos con la rueda delantera levantada y la trasera golpea un montículo, automáticamente saldremos catapultados hacia arriba y hacia adelante, más aún en una moto de nieve cuya suspensión trasera tiene un recorrido mínimo. Y eso es precisamente lo que le ocurre al protagonista del vídeo.

Lo peor no es la caída, lo peor es que iba vestido pensando en caer en el agua (bañador), pero no contaba con que acabaría en el suelo de piedra y con la moto de nieve encima. Si ya el batacazo debió doler, el que encima te golpee un aparato que pesa del orden de 250 kg, no debió ser plato de buen gusto.

Al menos, llevaba casco

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