Nos escribe Enrique y nos cuenta que monta en moto desde los 9 años (sí), así que ahora con 62 tiene bastante experiencia… Le gustan las motos custom pero además necesita una de ese estilo porque, a causa de dolencias de espalda, no puede montar en posición adelantada. Además le conviene que la moto tenga una suspensión trasera cómoda, y por eso su favorita es la Kawasaki VN900. Dispone de unos 4.500 euros.
Pues a 53 años montando en moto sí que se le puede llamar experiencia, desde luego (!). Por desgracia los años no perdonan y necesitas una moto cómoda, aunque no nos comentas por qué no piensas en alguna naked o una trail, que (sobre todo en el segundo caso) podrían ser muy interesantes. Igual que los coches “todo terreno” tienen la ventaja de que sus asientos son altos (cómodos para subir y bajar) algo así pasa con las trail, con el añadido de que sus suspensiones suelen tener largo recorrido y con ello más comodidad. Pero entendemos que quieres, te gustan, las custom, así que vayamos con ellas.
Una desventaja habitual de las motos custom es que, al ser bajitas, se complica cómo conseguir una buena suspensión trasera. Harley inventó hace mucho el concepto “Softail” que define precisamente una serie de modelos: una suspensión trasera que “parece” rígida y es muy baja, pero esconde un sistema progresivo mucho más cómodo de lo que parece. La alternativa hasta entonces era la habitual pareja de amortiguadores directos al basculante que, sumado al poco recorrido disponible y el peso soportado, da como resultado algo poco recomendable para dolencias de espalda.
Como el presupuesto no (creo que) daría para una Softail, tenemos que pensar en alternativas y ahí algunos fabricantes japoneses han sabido aprovechar bien ese filón. Las Kawasaki VN900 o las Suzuki Intruder 800 son custom con suspensiones traseras de ese estilo. Curiosamente Honda (Shadow 750) ni Yamaha (las XV) han apoostado por eso sino por el más clásico esquema de doble amortiguador (con sus desventajas).
Ha habido varias versiones tanto de VN900 como de la Intruder, la cosa será ya que veas qué encuentras en buen estado y que te encaje estéticamente. Porque además en este tipo de moto es fácil encontrarse con un modelo poro parecido al original, ya sea por pintura o por accesorios. Si te encaja lo que el anterior propietario hizo, genial, si no… a buscar otra cosa o decidir si ésa te conviene y te toca “rectificar”. Mecánicamente es raro que estas motos tengan alguna mala sorpresa preparada: fíjate que frenos y suspensiones tengan buen aspecto, da por hecho cambiar neumáticos (pueden no estar gastados pero seguramente sí viejos), y si el motor ha seguido el mantenimiento correcto poco más que añadir.
