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Conducir tu moto en verano: consejos básicos

Fotos: SMN
Con la llegada del buen tiempo aumenta significativamente la utilización de la moto tanto para el uso diario como para el uso recreativo. Para que puedas disfrutar plenamente de la conducción estival, aquí te dejamos una serie de consejos básicos.

Lo primero que queremos recordar es que siempre debes ir bien equipado sea la estación que sea. Por mucho calor que haga, debes ir siempre protegido. Además del casco, siempre es conveniente llevar al menos guantes y chaqueta, aunque sean de verano.

Centrándonos en el aspecto de la conducción, en verano y como es obvio, la temperatura suele ser bastante elevada. Eso no solo te afecta a ti, por lo que es conveniente estar bien hidratado, si no que también tu moto lo sufrirá. Nunca debes perder de vista el indicador de temperatura del motor, ya que si lo haces puedes llevarte una desagradable sorpresa. Sobre todo durante los atascos o en uso muy urbano la temperatura de tu motor se puede elevar significativamente. En estos casos, es recomendable hacer circular aire por el radiador y por el motor. Si no es posible mover la moto para ello, lo mejor es detener el motor si vemos que la temperatura se eleva demasiado. Es imprescindible también revisar constantemente el nivel del líquido refrigerante si nuestra moto lleva refrigeración líquida y que los electroventiladores funcionan correctamente.

Otro de los aspectos que puede verse comprometido por un exceso de temperatura es el agarre. Al igual que si está muy frío, cuando el asfalto está muy caliente el agarre disminuye sensiblemente. Por ello, debemos tener especial cuidado y circular con un buen margen de seguridad, sobre todo en las horas centrales del día y las primeras horas de la tarde, cuando el asfalto se encuentra a mayor temperatura. En este sentido, llevar correctamente las presiones de los neumáticos siempre nos ayudará. Debemos tener en cuenta que con el uso, el aire de nuestros neumáticos también se calentará en mayor medida, aumentando así la presión aunque no queramos.

Por último, debemos estar bien preparados ante las últimas horas del día. En verano, los atardeceres son muy bonitos pero también tienen mayor duración y eso afecta directamente a la seguridad, ya que en muchos casos los últimos minutos de luz dan lugar a visibilidades reducidas cuando tenemos el sol de frente. Por ello, es recomendable llevar siempre a mano unas gafas de sol o utilizar pantallas ahumadas, aunque debemos ser cuidadosos con ellas si pensamos volver a casa ya de noche. Si ese es el caso, no estaría de más llevar una pantalla transparente de recambio si llevamos mochila. En caso de no poder llevarla, existen pantallas especiales con menor grado de ahumado o en otros colores anaranjados que representan una opción intermedia de compromiso.

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