La marca americana de motocicletas Confederate siembre se ha destacado del resto por hacer modelos nada convencionales. Ni su esquema de suspensiones, ni su chasis, ni su motor responde a los estándares de la industria y, todo ello forma un conjunto de reacciones extremas: o la amas o la odias.
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La primera Confederate Combat data ya de 1999 y esta que os presentamos hoy es la segunda generación cuyas formas finales han salido de las experimentadas manos de uno de los mejores diseñadores de todos los tiempos: Pierre Terblanche. Con este planteamiento, la Confederate G2 P51 Combat Fighter será, allá por donde vaya, una auténtica “rompecuellos”.
La nueva Combat cuenta con una estructura muy similar a la generación anterior, con un chasis patentado por la propia Confederate, heredado directamente de las carreras de drag, algo que todos sabemos que le encantan a los americanos.
Pero en esta ocasión, los procesos productivos de toda la motocicleta se han intentado optimizar al máximo. Por ello prácticamente toda la motocicleta está fabricada mediante tecnología de control numérico CNC a partir de bloques de aluminio 6061.
Con esta técnica no solamente está hecho el chasis sino también el bloque motor o las culatas. Las placas laterales que hacen las veces de soporte del motor también se han realizado de la misma forma y, cuando no veamos aluminio será fibra de carbono lo que estemos observando en cantidades industriales: llanta delantera, llanta trasera lenticular, escape, soporte asiento, protecciones, guardabarros, etc.
El motor, un V-twin a 56º de bloque grande (2.163 cc) desarrolla un total de 200 CV y se vale de una caja de cambios de cinco velocidades asociada a una transmisión final por cadena. La suspensión delantera es de tipo doble paralelo deformable mientras que detrás, el amortiguador se encuentra y una nada habitual posición entre el basculante y su refuerzo posterior, anclado casi directamente al eje de la rueda trasera y en una posición muy horizontal. Por supuesto, son completamente regulables.
A pesar de la potencia y del peso (declara 226 kilos), el freno delantero formado por dos discos y pinzas radiales Beringer no es excesivamente grande. Todo lo contrario que el trasero, que monta también una pinza anclada de forma radial y que además hace las veces de soporte para la matrícula.
Quizás lo que más os haya llamado la atención es el propio chasis y sus dos “ventanas” que permite ver, por un lado, la caja de admisión con el filtro en su interior (el colector de admisión se ha mecanizado también directamente en el chasis) y por otro parte del depósito de combustible, incrustado también en la viga superior y siendo uno de los componentes estructurales más importantes.
En total se fabricarán 61 Confederate G2 P51 Combat Fighter de las cuales 31 serán con acabado en metal pulido y 30 anodizadas en negro. El precio de esta joya será de 113.900 dólares para la metálica y 119.500 dólares para la que cuenta con un acabado negro. Por cierto, ya se admiten reservas a través de la página web de Confederate. ★
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