Desde que pasó el primer estado de alarma por la crisis del coronavirus y empezamos a recuperar la movilidad, quedó claro que las motos iban a ganar adeptos. El transporte público, que inicialmente se dijo iba a estar limitado en aforo y después eso se ha olvidado misteriosamente (para mí es un crimen social pero allá los políticos y su conciencia), no sirve para la situación actual. El coche dejó de servir ya hace tiempo y las cosas no han mejorado para ellos (la crisis que se les avecinaba se ha desencadenado antes) y a todos nos gustaría poder ir a pie o en bici… pero el radio de alcance es demasiado corto en muchos casos. Así que las motos recuperan el interés como medio de transporte eficiente, ágil y seguro al ser individual o implicar protección yendo acompañado. No podemos olvidar de la función social como medio de transporte que tienen las motos en otros paises (asia o latinoamérica) y, de alguna forma, estamos recuperando eso, aunque nuestro nivel de vida sea otro y también hagamos un uso lúdico de la moto.
Todo esto es algo de lo que ha confirmado la reciente encuesta realizada por el sitio web de compraventa de vehículos (motos.net) durante el pasado mes de julio y cuyos resultados hemos conocido ahora. La primera conclusión es que ha crecido claramente el interés por comprar una moto entre los españoles, y que su uso es mayoritariamente para trayectos cortos (seis de cada diez la usan para menos de 40 minutos). Hay muchas más personas que hace un año dispuestas a comprar una moto y la mayoría no tiene carnet (pero sí el B de coche para llevar una 125). Interesante también que dos de cada tres motoristas están de acuerdo con las limitaciones al tráfico de coches por temas medioambientales, pero algo menos de la mitad no piensa lo mismo cuando se trata de las motos. Además, como bien sabemos los que vamos en moto, nosotros mismos somos los que «vendemos» la moto como medio de transporte óptimo hoy día: siete de cada 10 lo confiesan.
Muchos comprarían ya hoy una moto online: cerca de la mitad de interesados lo valoran, pero las marcas van muy por detrás de los coches en este tema.
Son cifras esperanzadoras y que confirman los resultados de las cifras de ventas, que no han parado de subir desde que se reabrieron las tiendas. Pero justamente hablando de las tiendas, algo que me llamó mucho la atención del estudio fue cuántas personas están dispuestas a hacer la compra de la moto «online»: un 36 por ciento nada menos, frente a solo un 40 por ciento que no lo haría (y otro 24 por ciento de indecisos). De ese 40 por ciento que no considera comprar en línea, la mitad de los cuales ni conciben esa opción, el 93 por ciento lo justifica en que necesitan verla o subirse. Tal como yo lo veo, tenemos más de uno de cada tres compradores interesados en la venta sin necesidad de tienda física, y a poco que la oferta asegurara la operación o pudiera verse la moto en una exposición, eso subiría fácilmente a la mitad o más. Las marcas de coches van muy por delante en este tema, pero esto apunta a que las de motos van con mucho retraso y sus clientes están demandando esa opción con mucho más interés del que ellas ofertan, y el COVID no ha hecho sino acelerar este proceso. El mensaje creo que está bien claro…
