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Consejos para una conducción eficiente en moto

Fotos: SMN
Una moto aunque sea potente puede llegar a gastar menos si practicas una conducción eficiente. Hay algunos trucos que puedes convertir en hábito para lograr el objetivo de que tu moto gaste menos.

Tanto en coche como en moto hay una máxima que no suele fallar: si corre, gasta. Eso es así. Un motor de altas prestaciones consume más porque la gran cantidad de potencia que es capaz de ofrecer proviene de poderosas explosiones que sólo pueden lograrse llenando con grandes cantidades de aire y gasolina las cámaras de combustión. Los fabricantes buscan optimizar ese llenado para no desperdiciar gasolina en unos tiempos en los que el gasto es uno de los puntos que se tienen en cuenta a la hora de comprar una moto. Hace no muchos años prácticamente ningún modelo en su publicidad hablaba de bajo consumo, pero hoy en día verás que sí lo utilizan como argumento de venta.

Una moto que corre, lógicamente gasta, pero está en nuestra mano ajustar ese consumo mediante una conducción eficiente

Volviendo al inicio, como decíamos, una moto que corre, gasta, pero está en nuestra mano ajustar ese consumo realizando una conducción eficiente usando los siguientes consejos. También es cierto que llevar a rajatabla todo lo que vas a leer puede acabar por hacer de tu conducción una actividad demasiado cartesiana y carente de frescura y emoción. Pero no está de más conocerlas para que en el momento que las necesites o decidas renunciar a la diversión en pos de la eficiencia (por ejemplo en desplazamientos “de trámite”, como de camino al trabajo), las puedas aplicar. Un buen compromiso puede ser ese: conducción eficiente en días laborables y dejar los fines de semana para una conducción más disfrutona.

Cambio y régimen de giro

El empleo óptimo del cambio de marchas es quizá la mejor táctica para ahorrar y no sólo combustible. También contribuirá al menor desgaste de otros elementos como la cadena de transmisión, el neumático trasero o los frenos. Cuando estás utilizando tu moto como medio de transporte y no como juguete de diversión, prueba a subir menos de vueltas el motor antes de cambiar. El reducido peso de una moto hace que puedas empalmar marchas a regímenes de giro relativamente bajos y a una misma velocidad, cuanto más larga sea la marcha que utilizas, más se reducen las revoluciones del motor. Cuidado que no estamos diciendo que vayas siempre en sexta, hablamos de ir en una relación de cambio larga pero en la que al motor no le cueste empujar, que no sufra y responda si le requerimos con el mando del gas.

La conducción “tipo taxista”, en la que usas la marcha más larga posible para una velocidad determinarda, ahorra

Ahí estás ahorrando combustible, pero además, como decíamos, al no estar empleando toda la potencia del motor en cada cambio estás solicitando menos al neumático trasero, y lo mismo ocurre con la cadena de transmisión. Ambos elementos te durarán más. Por último, este tipo de conducción fluida y más relajada te llevará a frenar más suave, reduciendo así el desgaste de las pastillas. Sólo una cosa más al respecto, mejor efectúa un paréntesis en esta conducción “tipo taxista” cuando te toque adelantar y busca un mayor empuje para completar la maniobra lo antes posible. En estos casos es preferible gastar algo más en pos de nuestra seguridad.

Acelerador

La forma en la que usas el mando del gas puede influir en la cantidad de combustible que gastas. Como comprenderás, los acelerones cuando estás parado en un semáforo son todo menos productivos, evítalos. Detente tranquilo, recuerda que no estás en la parrilla de salida de un GP y espera paciente a que se ponga en verde con el motor a ralentí. Por cierto, a veces te topas con conductores cuyas motos llevan el ralentí altísimo y están como un coche de rallye esperando a que les den la salida. Dentro del mantenimiento todas las motos prevén la comprobación del correcto régimen de giro al ralentí según el fabricante. Llevarlo más alto no es aconsejable y además, gasta más.

Dar acelerones en vacío, llevar el ralentí alto y utilizar el mando del gas de forma brusca son acciones que van en contra de tu bolsillo

Si tienes controlado el tiempo que dura y sabes que es de esos en los que casi te da tiempo a ver una película, puedes apagar el motor, pero no creas que es tan buen negocio ya que estar parando y arrancando el motor en cada semáforo, o estar parados pero con las luces puestas para ser visibles también consume otros elementos como la batería y en algunos modelos éstas no van del todo sobradas. Utiliza el mando del gas como el sistema progresivo que es y no como un interruptor. Acostúmbrate a no abrir de golpe cuando sueltes el embrague al cambiar de marcha. Hazlo con tiento y usando sólo el recorrido que sea necesario para que el motor siga empujando. Y lo mismo puedes hacer cuando alcances la velocidad de crucero que deseas. En ese momento juega con tu mano derecha buscando el punto en el que con el mando menos abierto consigues mantener la velocidad. Es más o menos habitual entre los “quemadillos” cambiar el mando del gas original por un acelerador rápido, que lo que hace es reducir el recorrido del acelerador. Este tipo de accesorio es interesante para circuito, pero es un mal aliado en el asunto que nos ocupa pues dificulta encontrar ese punto óptimo el gas para dosificar y mantener cruceros del que acabamos de hablar.

Entre semáforos

Típica avenida con decenas de semáforos. Se pone en verde y sales como un dragster, disparado. Has hecho una arrancada digna de Márquez y has conseguido empalmar hasta tercera notando cómo la rueda delantera casi se quiere despegar del asfalto. Pero ahora tienes que frenar fuerte para detenerte dos semáforos más tarde. Vale, te lo has pasado bien, ¿no? Pero no habrás ahorrado ni tiempo ni dinero. Si lo que buscas es ser lo más eficiente, es mejor arrancar con suavidad, cambiar a segunda sin apurar la primera si no hay necesidad, y fluir hacia la siguiente detención subiendo marchas de forma sosegada ya que te va a ser imposible empalmar todos los semáforos en verde. Calma.

Aerodinámica

Una motocicleta con su conductor encima es un vehículo poco aerodinámico, lo que equivale a decir que parte del consumo de combustible se va en contrarrestar esa resistencia al avance que se encuentra la moto. Si no usas las maletas y el baúl trasero o top case salvo para viajar, llevarlos a diario o en una vuelta corta solo implica que tendrás más resistencia. Y lo mismo ocurre si tienes una cúpula sobreelevada que te da pereza cambiar por una más baja cuando regresas de tus vacaciones en moto. Un hilillo de gasolina se te estará escapando por ahí.

Repostajes

Si vas a competir y el reglamento exije que uses gasolina estándar, teniendo que elegir entre la de 95 o la de 98, lo lógico es comprar la mejor. En competición, donde los motores están más “apretados”, es decir, más preparados, cuantos más octanos mejor. Además, en una pista de velocidad o motocross, exiges mucho más al motor y toda diferencia por mínima que sea suma a la hora de un mejor tiempo, pero en el uso habitual en carretera apenas notarás diferencia alguna en el rendimiento… y sí en el bolsillo.

Los más maniáticos en esto de ahorrar combustible recomiendan no apurar el depósito y repostar por las mañanas o noches

Los más puristas en esto del ahorro máximo hacen dos recomendaciones, que no siempre podrás seguir, pero que pueden ayudar a que gastes menos gasolina. Una de ellas es no apurar el depósito. La razón es que por su ubicación, el combustible está expuesta a dos fuentes de calor, el sol y el motor. Cuanto menos gasolina haya en él, más evaporación tendrás, y eso es gasolina que has pagado pero que no disfrutarás. Y la otra es que la teoría dice que cuanto menor sea la temperatura al repostar más estarás ahorrando. A igualdad de litros echados, al estar la gasolina más densa por estar fría, estarás echando más kilos de combustible. El surtidor te cobra por litros, es decir, por volumen, no por peso. Si puedes y te acuerdas, reposta por la mañana.

Estado de tu moto

Igual que hablábamos de lo inconveniente de llevar el ralentí alto y la necesidad de chequearlo en tus revisiones, hay otros componentes que influyen en el consumo de gasolina si su estado no es el que debe ser. Aquí se lleva la palma un filtro de aire sucio, que hará que la moto funcione con una mezcla más rica en gasolina, ya que no le llega el flujo de aire óptimo. Tampoco descuides el “estado de los neumáticos, pues también pueden llevarte a derrochar gasolina. Si la presión está por debajo de la recomendada, la huella de contacto del neumático con el asfalto aumenta. Ojo, que haya más superficie de contacto asfalto-neumático no es sinónimo de mayor agarre y seguridad. Más bien todo lo contrario, como te contamos en este artículo sobre neumáticos y sus presiones.

Ahorrar en mantenimiento no suele ser buen negocio. Una moto descuidada es una moto gastona… y además menos segura

Con una presión baja lo que aumenta es el rozamiento, ofreciendo mayor resistencia al avance, por lo que para ir a una velocidad determinada deberás acelerar más que con una presión correcta. Además, la moto pierde agilidad y precisión con presiones bajas y en última instancia el mayor rozamiento del que hablábamos se traduce también en mayor temperatura que puede destrozar el neumático. Otros elementos que también influyen en menor medida son la transmisión secundaria (Aquí te mostramos el correcto Cuidado de la cadena, corona y el piñón de ataque), cuyo mal estado produce rozamientos que perjudican el consumo.

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