Cuidado con el horario de invierno
El cambio de hora puede afectar más de lo que piensas

Aunque llevamos tiempo en Europa escuchando que el cambio de hora dejará de hacerse pronto, lo cierto es que todavía seguimos sufriéndolo en todo su espectro. Además, el hecho de que en España llevemos un uso horario diferente al que nos correspondería (vamos una hora por delante tanto en Península como en Canarias), complica todavía más las cosas en el horario de invierno. Muchos de los movimientos los realizamos de noche o con poca luz, con el amanecer casi cuando todo el mundo está ya trabajando.
Precisamente ese es el problema que tenemos que afrontar porque la seguridad vial se ve afectada, aunque parezca una cosa menor. En realidad no es tan solo la hora, sino el invierno en sí, con menos horas de sol, menores temperaturas, mayores precipitaciones… Es decir, el combo perfecto para que las cosas se puedan complicar en la carretera.
Es por eso que hay que extremar las precauciones porque además de los usuarios de bicicletas y los peatones, esta época también es más peligrosa para los motoristas. De hecho, hay informes que confirman un repunte de la siniestralidad en esta época del año. En el caso de los peatones, ojo, los accidentes en noviembre de 2015 a 2019 repuntaban un 42% con el resto del año.

Uno de los problemas es el de la visibilidad, más oscuridad, luces de otros vehículos… Así que una de las medidas que debemos tomar es la de ser lo más visibles posible, especialmente en las horas más complicadas. Se estima que con ropa negra se nos verá a 20 metros mientras que con accesorios reflectantes esa distancia es de 150. Optar por colores vivos en nuestro equipamiento o reflectantes añadidos en caso de que no contemos con ello es una de esas inversiones que serán bien recibidas.
También debemos recordar que con las condiciones climatológicas en nuestra contra hay que conducir de una manera más defensiva si cabe. La distancia de frenado de todos los vehículos empeora en frenado. A 50 por hora un coche va a tardar 13 metros más en parar, así que hay que darles mayor márgen y cuidar por nuestra salud. Además de eso, hay que tener en cuenta que nosotros mismos tendremos menor capacidad de frenado y si no contamos con ABS la cosa se complica mucho más y el riesgo de caída sube exponencialmente.
Otra cuestión a tener en cuenta es la del resto de usuarios y es que es posible que nosotros no podamos verles tampoco con el anticipo necesario. Así pues, una vez más, velocidad moderada, conducción defensiva y cabeza. No nos olvidemos tampoco de nuestra luz trasera de posición y freno, pues ayuda a que nos vean.
Hay que estar bien preparados para la lluvia y el frío y no nos referimos exactamente al equipamiento, que te iría muy bien, sino al hecho de que si el buen estado de los neumáticos es importante en seco en condiciones difíciles pasan a ser vitales en el sentido más estricto de la palabra.
Se puede (y se debe) disfrutar de la moto en este periodo del año, pero afrontarlo en las mejores condiciones posibles es lo que hará posible no solo que lo hagas sino que lo hagas seguro.