De curvas por el reino del olivo

Aprovechamos la llegada de la primavera después de un invierno, que aunque ese año sea corto, a los moteros siempre se nos hace largo, para disfrutar de las sensaciones que nos ofrece una ruta por la provincia de Jaén; visitar pueblos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ser testigos del nacimiento del río Guadalquivir por estas latitudes se muestra en forma de colorido valle, además de una incursión en Sierra Morena por una de las carreteras más retorcidas y entrañables que un motero puede llegar a disfrutar y siempre recordara. Acompañados de algo que no nos dejará el resto del trayecto, el olivar andaluz.

Para esta ruta hemos elegido una trail perfecta para viajar en compañía.
Comenzamos la rodada en Peal de Becerro, obligado paso para subir a la Sierra de Cazorla, la cual merece una ruta por derecho propio. Pueblo teñido de casas encaladas y de una tranquilidad propia de la zona. Codiciada tranquilidad, sobretodo para los que bajamos desde la urbe dejando el estrés en el camino.

La calles de Peal de Becerro tienen su encanto a pueble en cada rincón.
Úbeda
Continuamos por la A-326 dejando la flamante sierra de Cazorla a nuestras espaldas, disfrutando del frescor de la mañana, antes que los rigores del mediodía nos caliente el casco. Dejamos a un lado Torreperojil, y hacemos obligada parada en una de los destinos de nuestro viaje: Úbeda. Un balcón natural al valle del Guadalquivir, donde la presencia de la vega a los pies de la ciudad – defendida por una hermosa muralla – hacen que el olivo quede casi en un segundo plano.
Fundada en la de Edad de Cobre, su glamurosa longevidad nos permite disfrutar del crisol de culturas en su arquitectura, calles y plazas lo que, unido a su gran estado de conservación, lograron que se convirtiera, junto con Baeza, en ciudad patrimonio de la humanidad.

La zona amurallada sigue conservando el encanto.
Obligada parada para disfrutar de la buena mesa, donde no falta su cotizado aceite de oliva con Denominación de Origen. Mientras que la cercana Bailén, productora de ladrillo se ha visto afectada por la crisis, Úbeda ha conseguido mantener su agricultura como uno de los principales motores económicos.
Nos despedimos de ella con un último paseo mientras admiramos su bien conservada fortificación y los cultivos del Valle del Guadalquivir en todo su esplendor.

Baeza
Tomando de nuevo la A316 enseguida nos encontramos con Baeza, punto clave en la conquista de Al-Andalus por los reyes cristianos. Mirador histórico y cotizado del Guadalquivir.
Aunque al igual que Úbeda, Baeza también data de la Edad de Cobre, aunque en ella se han descubierto yacimientos datados en la prehistoria. No hay que dejar de visitar el Palacio de Jabalquinto, emblema de la ciudad. Ni tampoco prescindir de dar un paseo por una ciudad ejemplo del crisol de culturas que la han habitado.
Nos despedimos momentáneamente del Guadalquivir para continuar por la misma carretera, dejando a un lado La Laguna, y al otro Jarafe,. Por momentos la Tiger 800c parece bailar con la secuencia de curvas enlazadas en el tramo hasta Mancha Real. El olivar es en el rey absoluto del paisaje, que se extiende más allá de lo que la vista da.
Numerosos senderos unen las tierras de labor a través de la ruta:

El olivo es el principal protagonista en las tierras de cultivo.
Atravesamos Jaén en busca de la A311, con la mente ya casi puesta en la subida al Santuario de la Virgen de la Cabeza. Aún queda un tramo entre pedanías, pueblos y paisajes andaluces mientras las curvas se suceden. Pasamos por el Embalse del Judía que riega el pequeño pueblo de Garciez. La calidad del asfalto de esta A311 es peor que la A316 que seguíamos hasta aquí, el asfalto está mucho mas degradado y no contamos arcén. La Tiger 800 demuestra sus dotes de rutera polivalente en este tramo.
A tan solo 15 km de Jaén, encontramos Fuente del Rey, un pueblo jalonado por dos arroyos: el de las Cuarenta y el de las Cadenas. La presencia del Guadalquivir sigue siendo notable. La calzada mejora notablemente a partir de aquí, permitiéndonos un pilotaje mucho más alegre.

El paisaje sigue acompañado por multitud de olivos.
Corbunillo queda ya detrás cuando entramos en Lahigera, destaca el edificio de su ayuntamiento, que destaca por su pintura en tonos granates en un entorno plagado de edificios encalados. El corto tramo que nos queda hasta Andujar está plagado de curvas, lugar muy recomendado para calentar las gomas en previsión de lo que está por venir.
Andujar es nuestra puerta a Sierra Morena, zona de caza y motos a partes iguales. Su ascenso al Santuario de La Virgen de la Cabeza es conocido entre los moteros de la zona. Cruzarte con grupos con casco es habitual, algo que siempre trasmite buenas sensaciones cuando vas a explorar curvas fuera de tus territorios habituales.

La subida, acompañada de gratas curvas, también nos regalará la vista.
Andujar
Ciudad a su vez con mucha historia y rica gastronomía, la hacen propicia para nuestros fines de parada y descanso en nuestra ruta. Pasear por sus calles buscando un lugar donde llenar el depósito mientras baja un poco el sol es muy recomendable antes de iniciar el ascenso… y no os olvidéis del deposito de la moto, afortunadamente no hay gasolineras en este paraje y esperan, entre subida y descenso, 70 km de todo tipo de curvas, a cada cual mejor.
Una suave recta cruzando una densa arboleda es el primer tramo cuando ya has salido del pueblo siguiendo las señales del Santuario, la ascensión es bastante pronunciada, no tan fuerte como un puerto pero sí lo suficiente para sentir como la temperatura baja rápidamente.
En las primeras curvas de la ascensión todavía persiste el olivar, pero poco más adelante se deja atrás y sorprendido por su súbita llegada te encuentras trazando curvas en un pinar tan denso que el poderoso sol jienense apenas puede cruzar.
Por momentos se aclara y te permite disfrutar de la verde orografía de Sierra Morena, esplendida al atardecer.
Permitidme recomendar especial atención a las señales de peligro, por aquí son un poco particulares pero merecedoras del doble de precaución.

Abandonamos la Basílica del Santuario para continuar la marcha.
El tramo lo tiene todo, series a izquierdas y derechas que piensas que no acaban nunca, tobogánes, cruzar riachuelos en puentes decorados en madera y curvas y más curvas. No quiero dar un tiempo de subida por no incitaros, pero sí deciros que os llevará un buen rato aunque se os hará muy corto.
Más datos de la ruta
- El primer tramo circulando por la A315 y A316 os permitirá un pilotaje alegre, asfalto impecable y amplios arcenes. Prestar atención porque el viento puede llevar algo mas que polvo a la calzada en algunos tramos. No suele tener mucho tráfico y los amplios curvones enlazados tienen mucha visibilidad.
- El segundo tramo dejando atrás Jaén rumbo a Andujar por la A311 es mas delicado, el asfalto está en peores condiciones, bacheado y . Notamos mas tráfico que va rumbo a la autovía A-4. Pero las curvas pasada Lahigera y el comportamiento de la Tiger lo compensa todo.
- El tercer tramo; la ascensión pasado Andujar es una delicia, siempre teniendo en cuenta que es una carretera de sierra. Aún así, es asfalto es mejor que en muchas nacionales, las curvas tienen cierto peralte aunque no hay arcén. Este tramo es muy revirado y no os permitirá grandes velocidades, hay muchos tramos de kilómetros que no se recorre nada en línea recta. Precaución especial a algunas señales de cuarenta cuando se inicia el descenso porque te puedes llevar un susto, os aseguro que a mi me pasó. La precaución no es excesiva en el primer descenso salvo que sepas a lo que vas, recomiendo cierto relax y disfrutar del tramo.

La virgen de la cabeza se encuentra en un enclave único, donde respiraremos paz y nos relajaremos antes de continuar el camino.
El descanso del motero: Dónde dormir
Tras la rodada, puede ser buena idea hacer noche en Córdoba. La oferta hotelera de la ciudad de los califas es muy amplia aunque su fuerte tirón turístico no la convierte en barata.
Para los que los 76 km hasta Córdoba por la A-4 ya con la noche encima les parezcan mucho, en Andújar hay alojamientos y casas rurales con muy buena relación calidad-precio, sobre todo si vais en grupo.

La muralla cordobesa tiene gran encanto.
La buena mesa
- Comer o parar a tomar algo ligero en Ubeda a los pies de la muralla con la vista del valle del Guadalquivir es un buen punto de descanso.
- La carne de caza es plato típico de Andujar, la calidad es reconocida y si sois aficionados no lo deberíais dejar pasar.
- Uno de los extras de esta ruta es poder levantarte al día siguiente en Cordoba, Usar la tiger en la ciudad como un scoter, aprovechando los parkings para motos dentro mismo de la judería. Un lujo al que no tienen acceso los enlatados. Visitar el casco histórico de la ciudad siempre es un privilegio.

El naranjo es uno de los elementos muy presentes en el conjunto histórico de la ciudad.
Para esperar que el sol mengue y nos haga mas agradable el paseo nada como aprovechar el diseño de los patios cordobeses, en la teterías de la zona.

Multitud de rincones para disfrutar de un momento de relax en marcos con encanto.
Y podéis llamarme clásico si queréis, pero perdonar el Salmorejo Cordobés y el clásico rabo de toro debería ser delito y no ir a 110.

La gastronomía cordobesa está repleta de sencillos, pero sabrosos manjares.

El rabo de toro es un plato imperdonable en cualquiera de nuestros altos en el camino.
Fotos: