La producción de motocicletes en Martorelles seguirá su curso, al menos durante un año, en busca de soluciones que permitan mantener la producción.
La compañía en manos del grupo italiano Piaggio sopesa la posibilidad de vender las instalaciones a un posible socio industrial. Esta es una de las posibilidades, aunque la compañía se encuentra abierta a otras opciones, en vías de mantener la fábrica y a sus trabajadores. Otra de las posibilidades barajadas pasaría por la reutilización de las instalaciones a modo de taller de recambios.
El acuerdo ha sido consensuado por los directivos del grupo italiano, los representantes de los trabajadores y miembros del Govern. Al menos de momento la incógnita sobre el futuro de los trabajadores, queda temporalmente en suspenso, ya que el expediente de regulación de empleo afectaba al futuro de sus 200 trabajadores.
Esperemos que esta pequeña prórroga permita mantener sus instalaciones y cerrar la opción de trasladar toda la producción a sus fábrica en Italia.
