Destroza su moto contra el guardarraíl tras cruzarse con la policía
Perder el tren delantero de su Yamaha R6 le sale caro


Lo de que la carretera no es un circuito es algo que todos sabemos. El problema es que en ocasiones se nos olvida y es entonces cuando se dan hechos como el que a continuación podemos ver en este video. Para más inri la caída de este motero a los mandos de su Yamaha R6 ocurre justo cuando se cruzaba de frente con una patrulla de carreteras. No sabemos si por pillar en ese momento algo de tierra en la calzada, ponerse nervioso o cualquier otro motivo.
Toda la secuencia transcurre en una de las carreteras más concurridas por moteros de los Estados Unidos. Os hablamos del emblemático Mulholland, en los Angeles. Para quien no conozca esta carretera decir que discurre al pie de las montañas de Santa Mónica y Hollywood Hills conectando los dos tramos con la Autovía 101, y cruzando el Boulevard Sepulveda, el Boulevard Beverly Glen, Coldwater Canyon Drive, y el Boulevard Laurel Canyon. El famoso cartel de Hollywood Sign se encuentra a un lado de la carretera. Ofrece una vista de Los Ángeles y el Valle de San Fernando. Actualmente, tras un incendio ocurrido en 2018, está cerrada al tráfico. Solamente pueden circular por ella peatones y bicicletas.
Por ponernos en conteo se podría comparar con la famosa carretera de las 365 curvas (Gran Canaria) o el puerto de la Cruz Verde en la sierra de Madrid entre los municipios de San Lorenzo de El Escorial y Robledo de Chavela. Hasta ellos al igual que en Mulholland se desplazaban a menudo moteros con ganas de divertirse. El problema llega cuando se busca demasiado el límite y se termina por los suelos, como nuestro protagonista de hoy.
En la secuencia completa que muestra el video podemos ver como ya antes había pasado por el mismo punto sin mayores problemas. Pero en una segunda pasada, y justo en el momento en el que se cruza de frente con una patrulla de carreteras de la policía estatal de los Angeles, el piloto se va al suelo junto a su Yamaha R6 de color amarillo, con las consecuencias posteriores que todos podemos imaginar.

La realidad es que tiene una suerte tremenda, porque a pesar de que impacta él y su montura contra el guardarraíl, logra levantarse por su propio pie. Al momento llega la patrulla con la que se había cruzado y varios moteros paran a intentar echarle una mano. No sabemos bien si pilló algo en la calzada en el momento de la inclinación, se puso nervioso al ver a los agentes o simplemente se le cerró la dirección de la moto. Lo que está claro es que debemos intentar bajar el ritmo en carretera, porque de buscar los límites podemos terminar como el compañero: por los suelos.