La Feria de relojes y joyas más importante del mundo, Baselworld de Basilea, se está celebrando esta semana y continúa presentando curiosas motos que ejemplifican los acuerdos de colaboración de las diferentes marcas de motos con las relojeras más prestigiosas. Si ayer conocíamos la original Harley-Davidson Bell & Ross B-Rocket, hoy le toca el turno a la cuidada Ducati Diavel Black Shield.
La moto lleva el apellido del último cronógrafo de la gama Fastrider de Tudor, el Black Shield, dotado de una caja monobloque hermética de cerámica, calibre 7753 de carga automática, reserva de marcha de 46 horas y pulsadores insertados en la carrura por cilindros de PVD negro que emulan los pistones de un motor.
La base utilizada para esta versión especial (nunca llegará a las tiendas) no es la Diavel 2014 recientemente presentada, sino el modelo del año pasado. El customizador Roberto Totti ha empleado una pintura especial negra mate con grafito uniforme para todas las piezas (hasta en las pinzas de freno) que alude al color de la cerámica del reloj, acompañada de un fileteado rojo en llantas, depósito y frontal, como las agujas y los índices del reloj. Monta escapes abiertos con silenciosos en fibra de carbono, mismo material que el guardabarros trasero y deja ver el logotipo del escudo Tudor en la quilla y el depósito. Los retrovisores y el portamatrícula se han desmontado por cuestiones de estética. El faro delantero es ahumado y monta una tira de leds de color rojo.
