Cuatro niños, cuatro abuelas y cuatro moteros son a quien tiene que dar de comer el Chef Rodrigo de la Calle, especialista en Gastrobotánica, es decir, alta cocina de vegetales y verduras. Y es que todos sabemos que a mucha gente las verduras le produce sarpullidos.
Su restaurante situado en el Hotel Box Art (Collado Mediano) y que lleva por nombre El Invernadero, fue el escenario donde Rodrigo tuvo que aplicar toda su inventiva y conocimientos para conseguir darles de comer.
En el caso particular de los moteros, que esperaban ver un costillar o un chuletón de tres dedos en el plato, se las tuvo que ingeniar para hacerles comer verduras engañando su paladar con toda una demostración de alta cocina. A partir de ese día, seguro que ven la remolacha con otros ojos.
¿Y vosotros? ¿Sois de los que os gusta probar nuevos conceptos de comida o por el contrario, la remolacha ni en pintura?