El motor sin secretos ¡culata, cilindro y tapa de cárter transparente!

Al igual que Homer, esta Simson (sin p en medio, pero es que el chiste merecía la pena), es indestructible. Da igual lo que le hagan que sigue funcionando y, quizás ahora en serio, es el resumen perfecto de lo que eran los motores de dos tiempos. Ingenios relativamente sencillos mecánicamente capaces de aguantar casi todo y con un mantenimiento razonablemente moderado.

El caso es que ya hemos visto en otras ocasiones como desde el canal Chylo Racing, fabricaban y nos mostraban el resultado de sus inventos con metacrilato. Con maestría hicieron un carburador y, posteriormente, el cilindro de la moto ¡y funcionaba!

Pues bien, ahora han ido un paso más lejos y después de volver a construir el cilindro, porque el calor y el metacrilato no se llevan muy bien, han decidido ampliar las partes de la moto que están hechas con ese material. Esto nos permiten ver qué es lo que sucede dentro del motor sin necesidad de teorías o ilustraciones.

Para ello han creado el motor casi al completo, totalmente funcional y efectivo a base de lima, mucha lima y el uso de otras herramientas como la columna de taladro, el torno o la fresadora. Al tratarse de un motor sin refrigeración líquida, el sistema es más sencillo en general ,aunque no por eso quiere decir que esté exento de algunos contratiempos como podemos ver en el vídeo en el que podemos disfrutar de su proceso de fabricación.

Después de horas de esfuerzo resumidas en unos solos minutos llega el turno del montaje de todas y cada una de las piezas, y es sólo en ese momento cuando la moto está totalmente preparada. Hay que decir que en esta ocasión el carburador no es transparente, pero sí la zona de la cuba. El reto en esta ocasión llega con la introducción de la culata en metacrilato, con su zona de bujía y, como el resto, totalmente funcional. Para rematar, la tapa del cárter también es transparente así que antes de arrancar ya vemos cómo se mueve al darle la patada.

Una vez se pone en marcha la moto podemos disfrutar del funcionamiento y además a cámara lenta. Llega a funcionar perfectamente, aunque por lo que vemos no es que mantenga el ralentí especialmente fácil. Al final, como era de esperar, el motor termina colapsando y eso que esta vez los anillos eran juntas tóricas. Una gran trabajo para una recompensa pequeña en el tiempo, pero espectacular en todos los sentidos.