Como es lógico, en las últimas carreras del año se deciden los campeonatos, sino no tendría gracia. Queda un título por disputar, el de MotoGP. Si hablamos de probabilidades, Márquez tiene infinitamente más que Dovizioso, por este motivo tenemos la sensación de que más que ganarlo, lo que podría pasar es que lo perdiese Marc. Hasta que no se cruza la bandera a cuadros todo es posible.
Independientemente de lo que haga Marc, Dovizioso ha de ganar para tener alguna posibilidad. En el caso que se desarrolle la carrera en condiciones de seco, presumiblemente, tendrá más dificultades que en mojado, aunque ganar es siempre difícil. En el pasado hemos visto desenlaces inverosímiles en la última carrera, pero son muchas más las veces que el resultado sigue el guión de lo previsto.
Sea lo que sea que suceda, hemos disfrutado de un Campeonato apasionante, carreras ajustadas, luchadas hasta meta… Dorna, la organización, ha acertado con los cambios de reglamento aplicados en los últimos años, llevando el campeonato a una fase de incertidumbre, prácticamente en cada carrera, lo que es muy importante para mantener el interés en éste, nuestro amado deporte.
Bajo mi punto de vista, lo que ha acabado igualando mucho las fuerzas, es que todos los protagonistas tienen en más de una ocasión algún cero en el casillero, eso añade incertidumbre a los pilotos y les resta confianza, de este modo, cuando no tienen el 100% de buenas sensaciones arriesgan algo menos y favorece que las carreras sean más agrupadas. En este sentido los neumáticos tienen mucho a decir, con esto, en ningún momento quiero decir que no estén a la altura, ya que se han desarrollado carreras francamente rápidas con respecto a años anteriores, lo que avala la más que suficiente solvencia de Michelin para ser el proveedor ideal del Campeonato. Me refiero que, en un contexto de limitación de desarrollo, ya sea por días de test disponibles, como por limitación en los propulsores, los equipos sufren bastante en entender cómo utilizar sus monturas y su capacidad de reacción a los diferentes neumáticos disponibles es limitada.
En las otras dos categorías se ha refrendado que los dos dominadores han sido los campeones. Mir cerró el círculo en Phillip Island, el mismo lugar donde hizo su primer wild card y reivindicándose, como lo ha hecho en anteriores ocasiones tras un mal resultado, como el que obtuvo en Motegi, con una victoria, el mejor modo de celebrar un Campeonato. Es un gran indicativo de que las bases están, un gran campeón se equivoca, pero, normalmente, siempre de un modo diferente… por el momento es lo que demuestra Mir.
Morbidelli ha sido bastante superior a sus rivales de categoría. El hecho de que en algunas ocasiones haya sido un todo o nada, ha dado la posibilidad a Luthi de mantenerse vivo durante más tiempo en la lucha por el Campeonato. Felicidades a los dos campeones…
El resultado deportivo en el triplete esconde la continua actividad que se produce en la trastienda, infinidad de personas (mecánicos, técnicos…) están decidiendo su futuro profesional a la vez que, en muchos casos, están colaborando en la consecución de esos resultados deportivos… este factor en algunos casos se menosprecia, pero la estabilidad-tranquilidad del entorno del deportista es indispensable para que este pueda rendir al 100%.
