No hubo día de trámite. A pesar de que un cuarto puesto le valía para asegurar su primer título de Campeón del Mundo de Enduro, Oriol Mena comenzó la segunda y definitiva jornada del Gran Premio Maxxis de México concentrado como nunca y dispuesto a hacer lo que mejor sabe, pilotar al máximo y luchar hasta el final como si de cualquier otra cita se tratara. Y el resultado no pudo ser más positivo, un nuevo triunfo – el décimo en doce jornadas de carrera disputadas en lo que va de temporada – y el título asegurado cuando aún faltan dos grandes premios por celebrar. Así es como el piloto de Husaberg quería que fuera y así fue, con una nueva demostración de poder y confirmando que este año su pilotaje ha estado un paso por delante de todos y cuantos aspirantes luchaban por la corona mundial en la categoría Junior.
Respecto a la evolución de la carrera de ayer domingo, el joven piloto de Husaberg comenzó ganando la primera especial, aunque una caída en el Motocross Test y otra en el Enduro Test le hicieron perder algunos segundos. Pese a ello, se recuperó rápidamente y enlazó cinco triunfos parciales en las cinco especiales cronometradas siguientes, de modo que a mitad de la carrera ya sacaba más de 1,2 minutos a Jeremy Joly, su rival más directo en la batalla por el primer cajón del podio y por el mundial. No obstrante, Oriol no se permitió ni un solo respiro hasta la recta final del día, cuando el abandono de Joly en la octava especial le permitió relajarse y centrarse en controlar la situación. El principal beneficiado de todos estos acontecimientos fue el malagueño Víctor Guerrero, que se colocó segundo a 21,2 segundos de Mena y acabó de este modo por delante del sueco Carl Sjoo, compañero del barcelonés en las filas del Husaberg Factory Racing Team.