Es el momento, ahora puedes conseguir tu propia drag bike
Si siempre has querido volar a ras de suelo, te interesa

El concepto de carreras europeo suele ser bastante diferente al estadounidense, por ello allí las carreras en óvalos (da igual sobre el vehículo que sea) tienen tantos seguidores y, por eso, las carreras de aceleración congregan miles de personas cada fin de semana en cualquier pista. De hecho, se trata de competiciones bastante populares en el sentido de que gracias a la cantidad de pistas que hay y la variedad de competiciones se puede llegar a competir con muy poco presupuesto. Pero volvamos a las carreras de aceleración, esas en las que la finalidad no es sólo batir al rival que tienes corriendo en paralelo a ti sino también ir mejorando tus marcas previas.
Un tramo recto y un semáforo (en su defecto un pañuelo o bandera) es todo lo que se necesita para volar a ras de suelo, aunque hay mucha ciencia detrás de los vehículos que compiten y una muestra de ello es esta drag bike que te traemos, y que deriva de la que, en su momento, era la moto de serie más rápida del planeta: la Suzuki Hayabusa 2008.

Sin embargo cuando uno mira la foto rápido se da cuenta de que no tiene absolutamente nada que ver con la “Busa”, y es que lo único que nos indica que hay algo salido de Hamamatsu al ver la moto es que lleva pegatina de Suzuki. La moto es una unidad que esta en Riverside, California (USA) y que se encuentra a la venta en Facebook, gracias a lo cual hemos podido apreciar algunos detalles que nos han llamado la atención.
De entrada vemos que el bloque motor sí parece el mismo que el de serie, aunque realmente no está muy limpio, algo que siempre se agradece en una moto de carreras. Lo que sí apreciamos es que monta carburadores diferentes. También en esa foto del motor podemos apreciar que cuenta con una pequeña bombona de gas, que suponemos ayudará en alguna manera a conseguir más rendimiento (óxido nitroso), y es que aseguran que consiguen hacer el cuarto de milla en 8,5 segundos.

También hay otra cosa que llama la atención a simple vista y es que el depósito de gasolina es testimonial. Cuanto menos peso extra se lleve en una carrera de aceleración mejor nos irá. No menos curioso es el chasis, tubular y aparentemente artesano. Dentro del mismo encontramos diferentes botones que servirán para controlar toda la electrónica. En cuanto a la parte ciclo ¿A quién le importa la parte ciclo de una máquina así? Ahora un poco más en serio, resulta llamativo tanto el avance, mayor que el de una moto normal, como el recorrido de las suspensiones que es mínimo como también los pequeños discos de freno que lleva una máquina que es capaz de alcanzar estas velocidades. También nos ha resultado curiosa la separación entre la estribera y el cambio, así como el hecho de que los manillares sean metálicos y con estrías.
En resumen es una moto realmente especial y diferente muy lejos de lo que estamos acostumbrados a ver. Lo mejor es que su precio de venta es razonable teniendo en cuenta la factura de mantenimiento que adjunta y en la que se aprecian miles de dólares en preparación. Está situado en los 12.000 dólares, algo más de 10.500 euros al cambio, así que si alguna vez has soñado con competir en una “drag race” ahora lo tienes más fácil.