Examinadores de la DGT: no a la oferta y huelga indefinida

El “affaire” de los examinadores de la DGT lleva camino de convertirse en un culebrón… Parece que la DGT no está cumpliendo con lo prometido y la reciente oferta a los examinadores estaría más encaminada a forzarles a renunciar a parte de sus exigencias, a lo que ellos responden con más huelgas.
En el penúltimo capítulo, las aguas parecían poder volver a su cauce tras la oferta de la DGT. En ella la Dirección General de Tráfico exponía que dependía de otros departamentos (Hacienda y Función Pública) para convocar nuevas plazas y para cambiar como se pedía las condiciones laborales de los funcionarios. Que no había por su parte desidia ni inactividad, aunque el conflicto data de 2015. Y que, precisamente la semana pasada, había habido acuerdo: se convocaban plazas nuevas, se promocionaban puestos y se ofrecían nuevas condiciones con una especialidad dedicada. Parecía como decíamos que llegaría el acuerdo… pero nada más lejos.
De hecho, el colectivo de examinadores se ha tomado la oferta de la DGT como un paso atrás y su respuesta no se ha hecho esperar: además de mantener las actuales convocatorias de huelga (varios días a la semana en lo que queda de julio), a partir de septiembre convocan huelga indefinida. Recordemos que en agosto no hay exámenes, de forma que esto significa la práctica paralización de los exámenes para nuevos conductores. Hasta ahora – llevan con huelga parcial desde el 19 de junio – se han cancelado hasta 72.000 exámenes según ellos, 44.000 según la DGT, que no son pocos en cualquier caso.
La asociación Asextra de los examinadores avisa además de una manifestación el próximo 25 de julio, ante la sede de la DGT, para protestar por “los incumplimientos y engaños” del organismo. La DGT por su parte avisó que establecería servicios mínimos de seguir la convocatoria. El motivo del rechazo de la oferta de la DGT es que no es lo que les prometieron: se han convocado 505 nuevas plazas de examinadores (435 promociones internas y 70 de acceso libre para externos) y se aprobó la creación de una “especialidad” dedicada con un aumento de 1.536 euros anuales. Asextra afirma que esto no era lo prometido: sí una escala propia, no una especialidad, y un complemento específico que viene atrasándose desde la huelga de 2015.
Las autoescuelas son víctimas de todo esto, como los candidatos a conductores, y los atrasos acumulados no van a resolverse a corto plazo. Además, incluso si hay acuerdo, las nuevas plazas no serán operativas hasta 2019, y las plazas nuevas son menos de la mitad de las aproximadamente 180 que se decía eran necesarias… Las autoescuelas reconocen que lo ofrecido por la DGT no es lo que pedían los examinadores ni lo que se les prometió, pero como sí cumple parte de lo demandado debería ser suficiente para desbloquear la situación, no para llevar a la huelga definitiva.