No es la primera vez que hablamos de la huelga de examinadores de la DGT, ni me temo será la última. Como es sabido el problema arranca hace tiempo, cuando en 2015 se plantaron tras años reivindicando mejores condiciones. Se les prometieron cambios, que como nunca llegaron les llevó a la huelga en junio de este año. Y así, hasta hoy: la huelga consiste en examinar sólo jueves y viernes (no trabajan de lunes a miércoles) y afecta a los exámenes prácticos de circulación, no a los teóricos o de maniobras en circuito.
Si ya antes iban justos, la huelga ha provocado que unos 166.000 exámenes no se hayan hecho. En torno a 150.000 se estima que no será posible hacerlos ya este año: todos esos carnés (de todo tipo) se trasladan pues a 2018, y las posibles ventas de coches y motos (nuevo o usados) quedan lógicamente aplazadas porque, sin carné, nadie cierra una operación… Según la principal afectada por todo esto, se calcula que hasta 120 autoescuelas han tenido que cerrar de forma temporal o definitiva sus actividades, y el sector estima ya en unos 90 millones de euros las pérdidas.
El último episodio de este “culebrón” ocurrió la semana pasada. El martes se reunieron por fin (no se veían desde el 22 de agosto) los representantes de los examinadores con el Director General de la DGT, Gregorio Serrano, que ha heredado el problema. El resultado de esa reunión fue una propuesta que los examinadores pasaron a sus asociados, para votarla. Nada menos que el 98 por ciento lo hizo en contra, y ahora deben aprobar una alternativa que se presentará en una próxima reunión con la DGT.
Desde el principio los examinadores reivindican que se reconozca su categoría profesional en equivalencia con la de otros países y, con ello, un aumento en torno a 250 euros del sueldo. Actualmente ser examinador apenas significa diferencia salarial ni ninguna otra ventaja respecto de seguir siendo funcionario de oficina. La DGT argumenta que depende de otros ministerios (Hacienda en particular) tomar esa decisión… y así seguimos. La DGT sí ha puesto en marcha mientras tanto cursos para contar con más examinadores, entre ellos algunos militares.
