Para algunos, el GP de los Estados Unidos de 2008 determinó para siempre la relación entre Casey Stoner y Valentino Rossi, y no precisamente en el mejor sentido de la expresión. El piloto australiano llegaba a Laguna Seca después de ganar tres carreras consecutivas en Donington Park, Assen y Sachsenring. Sólo 20 puntos le separaban de Rossi, que no estaba dispuesto a permitirse un tercer año de sequía después de los mundiales de Hayden y del propio Stoner.
La carrera de Laguna Seca fue el punto de inflexión que necesitaba el italiano. El trazado californiano es un escenario abonado a la épica, entre otros motivos por esa curva casi absurda, Corkscrew (o Sacacorchos), que es algo parecido a tirarse con una moto desde un tercer piso.
Stoner había dominado todos los entrenamientos. La Ducati continuaba siendo un cañón y se mascaba en el ambiente una victoria del australiano tan aplastante como la de la temporada anterior, en la que fue campeón del mundo. Pero la primera vuelta fue suficiente para dejar claro que “el Dottore” no estaba dispuesto a permitirlo: antes de llegar al Sacacorchos se había colocado primero.
En la vuelta 3 parecía claro que la carrera sería un mano a mano entre los dos, que pilotaban codo con codo por todas las curvas del trazado. Stoner lo intentaba a menudo en el simulacro de recta principal, llegando con la moto completamente inclinada a la curva 1. Rossi le devolvía la jugada unas curvas más allá, aprovechando el último centímetro de piano disponible antes de la tierra.
El piloto australiano lo intentó por todas partes, incansablemente, pero en ningún momento pudo marcar la diferencia y dejar atrás a la Yamaha. Después, Rossi eligió nuevamente el Sacacorchos para realizar el adelantamiento más extremo y controvertido de toda la carrera, saliendo con la moto por la grava y empujando a Stoner casi fuera del asfalto.
Y así una y otra vez hasta llegar a la vuelta 23, a 9 para la conclusión. El australiano llegó un poco pasado a la última curva en un intento desesperado por salir lo más pegado posible a Rossi en la recta y se fue a la tierra. Aunque pudo volver a levantar la moto, sus opciones de victoria se habían esfumado. Stoner reconoció ese error, pero también dijo que le hubiera gustado mantener con Rossi una batalla más limpia: “El error ha sido mío. He salido largo y he perdido la rueda delantera cuando intentaba regresar a pista. He disfrutado mucho, pero pienso que algunos adelantamientos han sido demasiado para mí. Llevo muchos años compitiendo en diferentes categorías, y creo que un par de adelantamientos fueron demasiado agresivos”.
Rossi firmó su primera victoria en los Estados Unidos, con 13 segundos de ventaja sobre Casey Stoner y 26.609 sobre la Suzuki de Chris Vermeulen, y encarriló definitivamente su sexto mundial de la máxima categoría con cinco victorias consecutivas: «Es la primera vez que soy capaz de ganar aquí, ha sido una carrera increíble. Mi equipo ha hecho algunas modificaciones en la moto que me han permitido rodar con un mejor ritmo. Salí bien y después tuve una gran batalla con Casey, que fue muy divertida. Es una victoria importante, muy emocional, y ahora toca relajarse durante el parón estival porque todavía queda mucho campeonato».
