Guía práctica para afrontar un proyecto restomod

De un tiempo a esta parte la técnica del restomod, dentro del sector de las dos ruedas, ha ido creciendo de manera exponencial. Tanto en el número de aficionados y talleres especializados que la emplean, como en ejemplares de “la vieja escuela” que hoy vuelven a rodar en plena forma. Todo ello como decimos es gracias a este proceso en el que de alguna manera, se le otorga una segunda vida a esa montura a la que le tenemos un cariño especial, pero que a la vez deseamos darle un remozado a todos los niveles para que vuelva a brillar como se merece.

Está claro que otros aficionados o restauradores profesionales optan por la vía de la originalidad, tan respetable como la que hoy os presentamos, aunque al final de un mismo proyecto el resultado sea completamente distinto. Aplicando la técnica del restomod, no solamente podemos hacer que prevalezca la estética y filosofía del modelo. También lograremos una serie de mejoras dinámicas, que se convertirán de manera matemática en un mayor grado de disfrute a sus mandos cuando hagamos uso de ellas.

Además, no solamente estamos hablando de restaurar o mejorar activamente las prestaciones que nos pueda ofrecer el modelo en cuestión. También de materializar un sueño que para muchos de nosotros lleva anclado en nuestro subconsciente durante años. Si además el restomod sobre nuestra vieja montura lo llevamos a cabo nosotros mismos, se convertirá en todo un proceso de aprendizaje y constancia que nos conducirá definitivamente hacia esa moto deseada desde hace tiempo. Ahora bien, dejando a un lado los sentimentalismos y metiéndonos de lleno en faena, hay diferentes aspectos a tener en cuenta una vez nos pongamos manos a la obra.

El primero de ellos y fundamental es tener constancia siempre de si cualquiera de los cambios que tenemos intención de acometer están o no dentro de la legalidad. En definitiva, si el cambio de este o aquel componente nos obligará a homologar y por ende pasar por caja. Para ello os aconsejamos que consultéis la actual ley de homologaciones, donde podréis salir de dudas generalmente. También podéis asesoraros en cualquier empresa que se dedique precisamente a gestionar este tipo de proyectos. Saldréis con las ideas mucho más claras de hasta donde queréis llegar con vuestro restomod, y de este modo os evitaréis sorpresas desagradables.

Por otro lado, debéis haceros a la idea que este tipo de proyectos suelen ser largos y que lo importante ante todo es no agobiarse. Disfrutar del proceso donde iremos viendo los cambios constantes en nuestra moto es fundamental. Además, es crucial elegir bien qué tipo de accesorios tenéis intención de montar. Aquí se abre un abanico casi interminable de marcas y productos que os pueden servir, pero no os llevéis a engaño: ni todos son iguales ni el resultado será el mismo. No escatimar en la medida de lo posible será sinónimo de éxito y satisfacción personal cuando hayamos terminado nuestro restomod.

Hoy en día encontramos marcas punteras en el mercado para casi todo tipo de componentes que necesitemos. Además, por suerte, tenemos en nuestro país distribuidores que no solamente comercializan repuestos, sino que saben de la importancia que tiene un proyecto de este calado para sus clientes. Lo valioso aquí es la consecución de ese sueño tan anhelado, y en ocasiones precisamos ponernos en manos de profesionales que nos lleven por la senda correcta a lo largo del proceso. De este modo una vez tengamos finiquitada nuestra montura, podremos echar una vista atrás y alegrarnos de haber elegido bien, ya sea a las personas que nos han asesorado y ayudado en esta aventura o todos y cada uno de los accesorios seleccionados para darle forma a nuestro proyecto.

Como hemos comentado podemos llegar a volvernos locos una vez empecemos a barajar marcas y zonas donde queremos aplicar el restomod. Nuestro consejo es que os centréis en la parte ciclo: chasis, suspensiones, frenada. Este es quizá el apartado donde nuestra moto destacará más una vez terminada. Pero ya os avisábamos unas líneas más arriba de que es preferible tardar un tiempo extra y escoger bien los componentes, que precipitarnos y no hacernos con todo aquello que realmente sabemos que es de calidad y eficiente 100%. En definitiva, la paciencia es uno de los factores primordiales con los que tendremos que asociarnos para llevar a buen puerto esta aventura. De lo contrario podemos llegar a un punto de saturación mental y económica que por momentos nos haga pensar en abandonar.

Llegados a este punto hay montones de opciones dentro del sector de los componentes. Además, marcas de prestigio como Brembo, especialistas en componentes para la frenada (pinzas, discos y bombas); Bitubo, especializada en elementos destinados a la suspensión, o SFK que nos pueden ayudar a elegir tipos de rodamientos o casquillos que podamos precisar para nuestra preparación. Estos son solo algunos ejemplos con los que podemos ir dándole forma a nuestro proyecto, según nuestras necesidades, prioridades o gustos.

Otras partes que suelen ser objeto de modificación son por ejemplo los semimanillares, espejos retrovisores o iluminación. También en multitud de ocasiones se da paso a un kit de llantas de nueva factura, no solamente por lo que pueda representar a nivel estético. Dependiendo del material en el que estén fabricados, pueden suponer un gran ahorro de peso, y este a su vez repercutir en el comportamiento general de la moto. En este apartado hay especialistas que nos ofrecen infinidad de posibilidades y combinaciones, ya sean de coloración, estilo o medidas.

Pero todo ello puede ir un paso más allá. Nos referimos, como no, a la parte mecánica que, dependiendo del modelo que estemos reconvirtiendo, puede ser interesante intentar buscar alguna mejora en este aspecto. Nuevamente, si recurrimos a nuestro especialista de confianza, nos ofrecerá a buen seguro soluciones que se adapten a nuestras necesidades. Ya sea un nuevo sistema de escape acorde con la preparación que estemos realizando y la moto, mejoras en el kit de carburación, o la sustitución de los diversos consumibles que emplea nuestra mecánica por otros de mayor calidad: Filtros, aceite, líquido refrigerante, etc.

En este mismo apartado, el de los consumibles en términos generales, también tenemos la posibilidad de montar otras opciones con un mayor nivel de rendimiento. Para ello tenemos pastillas de freno sinterizadas, latiguillos metálicos o aceite de horquilla de mayor densidad que nos ofrecerá un mejor tacto, así como un incremento de la resistencia ante el hundimiento cuando le exijamos el máximo a nuestras suspensiones. Como vemos, el mundo del restomod es realmente apasionante, y en él podemos encontrar soluciones realmente interesantes para darle un giro de 180º a nuestra vieja montura.

Como resumen de todo lo que te hemos ido contando a lo largo de este artículo, es importante tener en cuenta lo siguiente:

• Tener clara la idea de qué tipo de restomod tienes intención de hacer.
• Informarte bien sobre qué modificaciones te pueden obligar a pasar por homologación.
• Elegir bien a quien te asesore en todo aquello que tengas que adquirir para darle forma a tu proyecto. 
• Intentar no escatimar en los componentes que tienes intención de instalar en tu motocicleta.
• Armarte de paciencia y disfrutar del camino hasta la preparación soñada. 
• Intentar mantener, en la medida de lo posible, la esencia de la moto que emplees en tu proyecto.

Como ves no son muchos tips, pero sí importantes. Si los aplicas con criterio es muy probable que termines disfrutando de una motocicleta muy especial, divertida y sobre todo única. Recuerda que en gran medida de eso se trata esta cultura del restomod, de crear. En definitiva de darle una segunda vida a tu querida Old School ¿Te animas?