Las mecedoras tienen un hueco en nuestra memoria debido a las que o bien hemos visto en casa de nuestros abuelos o hemos conocido y anhelado en las películas de televisión. Ese rincón privilegiado de la casa o el porche, con las mejores vistas, resguardado de las inclemencias y si es bajo techo cerca de la chimenea o la estufa.
Pero el concepto mecedora da un giro inesperado con este artefacto que nos traemos entre manos. Obviamente no íbamos a dedicar un artículo a una mecedora normal y corriente, para eso ya están los especialistas en mobiliario y decoración. Nosotros hemos venido aquí a hablar de lo nuestro, de las motos y claro, si una mecedora está muy bien y una moto nos vuelve locos, mezclar las dos cosas es pasar al siguiente nivel.
Se trata de una vieja y destartalada Moto Guzzi de la que se ha podido rescatar parte (depósito, sillín, faro y parte del chasis) y tras montarla en una estructura como la de una mecedora o incluso un caballito como el que utilizan los niños pasa de ser un viejo cacharro al rincón favorito de nuestro hogar.
Desde luego si eres abuelo tus nietos se pelearán por subirse a una mecedora como esta y si aún eres demasiado joven para tener descendencia es probable que seas tú el que quiera estar a todas horas subido a un cacharro con manillar, que se mueve, te entretiene y en el que encima puedes estar tomándote una cerveza mientras lees soymotero.net.