El 1 de abril fue el día de los Santos Inocentes anglosajón y entre las bromas que hemos podido ver de las diferentes marcas nos ha llamado poderosamente la que han propuesto desde BMW: un sistema de impresoras 3d tanto para los concesionarios como para poder lleva uno mismo en su maleta y, en caso de una rotura de viaje o falta de repuestos en el taller, poder fabricar rápidamente la pieza requerida.
Además de una impresora especialmente desarrollada para que resista las vibraciones así como las inclemencias del tiempo, desde BMW aseguraban que sus sitema iParts es muy fácil de usar: sólamente hay que descargarse el plano que necesitas desde iCloud y traspasarlo a la impresora quien, como si de un pastel en un horno se tratase, se encargará de tenerte una nueva pieza calentita en poco tiempo.
Lógicamente no deja de ser una broma pero una broma muy cercana a la realidad y factible pues todos los elementos necesarios ya existen hoy en día por lo que únicamente sería juntarlos y ofrecerlos a un precio no demasiado prohibitivo. Aunque lógicamente y aunque la impresión 3d ha bajado mucho su precio, todavía no es algo que esté al alcance de todo el mundo.
¿Y por qué no hacer repuestos en 3d para clásicas?
Todos los que tenemos motos clásicas tarde o temprano nos encontramos con el problema de que acabamos necesitando un repuesto que, o bien ya no está disponible o si lo está en el mercado de segunda mano su precio es desorbitado. El asunto se complica más cuando la moto en cuestión se ha fabricado en un número muy limitado de unidades.
Sin embargo la impresión en 3d, la cual ha sufrido unos enormes avances en los últimos años, puede ser una opción perfecta para aquellos recambios que no se producen en grandes cantidades por su baja demanda.
El ejemplo lo tenemos con Porsche y su división de vehículos clásicos, Porsche Classic. Desde hace unos años ya ofrecen piezas de igual calidad que las originales pero fabricadas mediante sofisticados procesos de impresión 3d que encajan a la perfección, visualmente son idénticas pero han sido materializadas de una forma más sencilla evitando tener que crear nuevos útiles de fabricación, sobre todo en aquellas que como decíamos su demanda es muy escasa.
Cada vez los vehículos y sobre todo las motos cuentan con más piezas de plástico. ¿Qué tal no tener que esperar por un repuesto que no está en el concesionario si se puede imprimir in situ y con las mismas garantías? Sería toda una ventaja.
