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¿Hasta dónde se puede apurar un neumático?

Fotos: Pirelli
El neumático es el único contacto de la moto con el suelo y por eso es vital que esté en buenas condiciones, más aún cuando llega el frío y la lluvia. Aunque las normativas marcan una medida mínima en las franjas ¿es recomendable apurar al máximo?

Siempre decimos que los neumáticos son la parte más importante a la hora de la verdad, porque son el único contacto que nuestra moto tiene con el suelo y, por tanto, su estado influye directamente tanto en el rendimiento de nuestra máquina como en nuestra seguridad. Ya hemos visto la importancia de preparase para el invierno y, también, de lo recomendable que es tener en cuenta las presiones para evitar sustos, pero igual de importante es controlar el desgaste.

Lo primero que hay que tener claro es que no todos los neumáticos se desgastan igual. Cuanto más blanda sea la composición del mismo, mayor agarre deberá tener, pero también aguantará menos kilómetros, por eso no hay que despreocuparse y se debe controlar el ritmo al que se va desgastando. También, como es lógico, influye el tipo de moto, de conducción y del uso que se haga de la misma. Esto último marca notablemente la vida media del neumático y en nuestras manos está el poder alargarla de una manera segura.

Para controlar el nivel de desgaste del neumático, hay que fijarse en las diferentes franjas que tienen y que están pensadas tanto para canalizar el agua en caso de lluvia como, y esta parte es muy importante, ayudar a calentar el neumático. En algunas de esas ranuras con las que cuenta el neumático, se puede observar un pequeño “pegote” de goma. No se trata de un fallo de fabricación o una marca innecesaria, son los testigos que indican que el neumático ha llegado a su fin legal. Suelen tener 1,6 milímetros, que es el “dibujo” mínimo que puede tener un neumático para poder circular por la calle.

Sin embargo el límite legal es uno y el límite de seguridad es otro. Aunque en verano no debe haber mayor problema y las ruedas cogen la temperatura ideal de manera más fácil, en invierno las ranuras cobran un papel especial y es que, como hemos apuntado anteriormente, ayudan a que el neumático coja la temperatura idónea, sobre todo si no hemos optado por montar gomas de invierno. Aunque no hay un mínimo de dibujo en el que se trace la frontera entre lo legal y el margen de seguridad, lo recomendable es no apurar hasta los 1,6 milímetros y pensar en cambiar cuando esté en torno a los 3 si estamos en un ambiente frío. En cualquier caso, también es sumamente importante ser conscientes de las limitaciones de nuestros neumáticos cuando están fríos, aunque ese es un tema que veremos en otra ocasión.

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