Jorge Lorenzo debutaba sobre la Honda del equipo Repsol en Valencia con el equipo preparado para las particulares formas de pilotaje del mallorquín. Por eso tenía a sus disposición dos depósitos y dos asientos con los que realizar las primeras adaptaciones ergonómicas a su nueva montura.
Tras los primeros test, Jorge Lorenzo trasladó sus impresiones al equipo y rápidamente su petición fue enviada a Japón. En los cinco días que transcurrieron entre Cheste y el arranque de la segunda cita de pretemporada ayer en Jerez, Jorge ya tenía un nuevo depósito y asiento diferentes a los que había estrenado.
De esta forma se demuestra que Honda no ha fichado a Lorenzo como un mero escudero de Marc Márquez sino que, como piloto oficial, recibirá toda la ayuda posible desde fábrica para que esté luchando por el título desde la primera carrera que arrancará en Qatar.
Esta es la cara de la moneda porque la cruz la vivió el año pasado cuando tras meses de peticiones a Ducati, los italianos parecían no responder a estas hasta que de repente un día llegó el ansiado apoyo para las piernas que descargaba el trabajo en los brazos y con ello, poder llegar físicamente mejor al final de la carrera. El milagro en forma de victoria llegó y además encadenada hasta que una caída y lesión cortó la racha.
Esto empieza a ponerse interesante…