Pilotos y mecánicos de la parrilla de MotoGP están acostumbrados a ver motos muy preparadas: tienen, sin ir más lejos, los prototipos más caros y avanzados del mundo. Los periodistas que les acompañan también han visto de todo… o eso pensaban hasta que vieron aparecer este scooter: preparadísimo es quedarse corto. Nuestro colega Mat Oxley se quedó perplejo viéndolo y admirando los acabados.
I'm surrounded by 50 of the world's trickest bikes at Sepang & this is my favourite bike of the week. I've seen a 1000 trick Blades, but nothing like this. Check the details to see how they've gone on mods pic.twitter.com/IYnswi8gmP
— Mat Oxley (@matoxley) 30 de enero de 2018
En origen se trata de un Honda GTR 150, un scooter del mercado asiático con carácter deportivo. Monta un motor de un cilindro refrigerado por agua y con alimentación por inyección PGM-FI, con un árbol de levas en cabeza y dos válvulas. Honda declara casi 16 CV a 9.000 rpm, nada mal para un motor de 149cc. Aunque es un scooter, no monta transmisión automática sino un cambio normal de 6 marchas con embrague manual y transmisión final por cadena
VFR 400 japonesa) pero la adaptación es estupenda. La suspensión delantera sin embargo es aún más única: una horquilla Öhlins a la que se han recortado barras y botellas para dejarla más corta. Es la única forma de montarla en un scooter, que recordemos (sobre todo de este tamaño) sólo usan la tija inferior en la suspensión delantera.
La decoración Repsol-Márquez y los incontables detalles no faltan, incluidas bombas radiales tanto para freno como para embrague. Y ojito al asiento retapizado, o el detallazo de mantener esa parrilla central para llevar el bocata… ¿Alguien se atreve a hacerse un Scoopy-MotoGP?