Iluminados al poder

En pocas ocasiones suelo salirme del tiesto y opinar sobre otras cosas que no sean competición. Pero ante todo soy un ciudadano con sus preocupaciones, y no sé si es que últimamente voy con el pie cambiado o son los que toman las decisiones los que no dan una. Ya llevaba un tiempo con este pensamiento cuando, de repente, me entero que en París han decidido que las motos tendrán aparcamiento regulado (y tendrán que pagar un buen dinerito). No me entra en la cabeza que una de las ciudades más congestionadas de Europa decida poner este tipo de trampas a las motos, que son de lejos el vehículo personal más eficiente en todos los sentidos: contamina menos, ocupa menos, está menos tiempo en marcha, produce menos atascos...

En lugar de fomentar el uso de la moto se persigue y la guinda llega con la prohibición de que circulen motos de antes de 2004 porque contaminan más (esto es cierto), que las más modernas. Esta segunda parte puedo llegar a entenderla, pero ¿qué pasa con la gente que usa la moto para ir a trabajar? Ya lo vimos en Barcelona con la brillante idea de prohibir a las anteriores a 2003, y eso para muchos fue un quebradero de cabeza. De repente tu herramienta de trabajo, porque te sirve para ir a él, no vale. Es un trasto viejo del que deshacerse, y con la que está cayendo ahora mismo, tienes que comprarte una ya sea nueva o de segunda mano. Y todo porque es mejor utilizar el transporte público o hacerte con un vehículo eléctrico...

Lo primero suena a broma, hace mucho que el transporte público dejó de estar al nivel que requiere una población en aumento y esto pasa en Barcelona, en Madrid, en París, en Nueva York... y lo curioso es que la mayor parte de todos estos transportes públicos o están gestionados o participados por los diferentes gobiernos locales, regionales, autonómicos o estatales ¿A qué están jugando entonces? Y luego está lo de pasarnos todos a lo eléctrico, es que me niego a creer que eso no sea una broma o que directamente los políticos están del lado de las eléctricas...

Hay tantos puntos oscuros en el apartado de lo eléctrico, tantas incógnitas que solucionar, tanto que evolucionar para que sea una alternativa, que quien plantea una movilidad 100% eléctrica es porque tiene un punto de vista muy sesgado, ya sea por desconocimiento o por intereses personales. Está claro que una moto eléctrica en marcha contamina en el espacio en el que se está moviendo mucho menos que un motor de combustión, algo sigue contaminando por el desgaste de frenos, ruedas y componentes, aunque es algo anecdótico, pero ¿y esa energía de dónde sale? No voy a entrar, porque me queda grande, en lo que contamina la fabricación de un vehículo eléctrico y otro, ni los recursos que requiere uno y otro. Voy al punto más básico: “rellena” la batería de la moto. ¿Con qué electricidad? ¿De dónde viene? Me alucina cuando se habla de la revolución de lo eléctrico en China cuando solamente en 28% de su electricidad proviene ahora mismo de energías renovables. En España, por primera vez en la historia se ha superado el pasado mes de mayo el 50% de energía renovable. El resto, son emisoras de CO2 o extraídas nuclearmente.

Pero vamos un paso más allá ¿el sistema está capacitado para ofrecer toda la energía que necesitaría alimentar un parque móvil de cerca de 30 millones de vehículos sólo en nuestro país? Y es que eso es otra de las cosas que los políticos no nos cuentan, ok, todo eléctrico pero ¿y cómo lo cargamos, con qué electricidad? Porque la electricidad hay que producirla y ahora mismo Europa en general y España en particular está comprando electricidad de fuera de la UE y, para más gracia, encima de centrales térmicas de carbón ¿cómo te quedas?

Y para el postre, mi favorito, el fin del vehículo privado planteado por España 2050. Una mirada al futuro hecha por el Gobierno de España en el que se plantea abiertamente, que la era del vehículo privado habrá llegado a su fin, con más vehículos compartidos, más bicicletas y más transporte público. En un país con más de un 100% del PIB de deuda y que no para de crecer, con unas tarifas eléctricas para llorar ¿me explican de dónde van a salir las inversiones para un transporte público eficaz? ¿O acaso pretenden que volvamos a los tiempos en los que los pueblos vivían aislados unos de otros?

Entiendo que el futuro en nuestro planeta o es verde o no será. La hemos jodido bien (permítanme la expresión grosera) con la madre Tierra y nos quedan pocas maneras de ayudar. Es por eso que creo que improvisar para colgarse medallas no puede ser una manera efectiva de hacerlo, pero claro, ¿cómo nos van a guiar faros sin luces?