Inno'Kub Motorcycle, un garaje y a la vez escaparate de tu moto

En varias ocasiones hemos hablado de garajes portátiles, pensados cuando tienes una casa pero no dispones de garaje o simplemente un techo bajo el que guardar tu moto a salvo de la inclemencias del tiempo o los amigos de lo ajeno. Pero Inno'Kub Motorcycle va un paso más allá porque no solo es funcional sino que además imita las formas de una caja muestrario al tener una de sus paredes completamente acristalada.

Si observamos la web del fabricante francés, observaremos que se tratan de productos de alta calidad por lo que se traduce en garajes no demasiado económicos. Algunos dirán que son cuatro tablas clavadas y arreando, pero aun en las fotos denota calidad (bueno, la puerta no tanto).

El modelo Basic, que es el que podéis ver en el vídeo, tiene un precio de 3.990 euros. El montaje es tan sencillo como descargar del camión, poner en su lugar, nivelar con las patas y atornillar la rampa. Utiliza madera de abeto, contrachapado y acero. Es interesante que el tejado se puede vegetalizar (vaya, hacer que crezca hierba) y así quede más integrado en el entorno. Tiene un tamaño de 2,6 m de largo por 2,27 de alto y 1,36 m de ancho. Es decir, una superficie de 3,5 m2.

Si queremos algo más tenemos el modelo Basic+, ligeramente más largo (2,7 m) y ancho (1,8 m). En esos casi 5 m2 ya podemos montar nuestro pequeño garaje/taller y el precio son 1.000 euros más que el modelo básico, es decir, 4.990 euros.

Luego ya podemos ir a por el duplex, literalmente porque es un garaje de dos pisos. Es el modelo Confort, que une dos módulos de 2,77 de largo y 1,80 de ancho superpuestos. Mientras en la parte inferior se guarda la moto, arriba hay sitio para repuestos, herramientas o incluso una pequeña salita de estar. Una guarida para desaparecer y que sepan dónde ir a buscarte. Con una nevera, cerveza fría y conexión a internet pasarán las horas volando. Eso sí, hay que desembolsar 14.990 euros.

Inno'Kub también hace garajes para coches, individuales o a medida del cliente. Como siempre, la limitación no está en la imaginación sino en la cartera.