Iron Marc no existe
Y, no, no es culpa suya

Cuando hace algo más de dos semanas Marc salió catapultado de su Honda en el Circuito de Jerez pronto supimos que algo no iba bien. El piloto de Cervera, acostumbrado a padecer durante años problemas físicos en sus hombros, se echó la mano al brazo. No parecía clavícula, pero indudablemente había un problema porque si no Marc no se queja... Poco después las sensaciones pasaban a ser una realidad y se confirmaba la fractura del húmero del brazo derecho. Hubo que esperar hasta la operación del martes para entender el alcance real y respirar tranquilos al conocer que no había afectación nerviosa.
Pero, de repente, todo dio un giro "chanante" y con una fractura tan compleja, una operación reciente y todo el dolor que esto supone ¡Marc iba camino de Jerez! Sinceramente, yo pensé que sería imposible que le dejaran correr. Pero no, los Doctores del campeonato dijeron que no había ningún problema y que Marc tenía el visto bueno para subir a la moto. Entonces pensé: "bueno, alguien en el equipo pensará que no merece la pena el riesgo con el beneficio que se puede obtener", pero no, volvía a equivocarme. Luego dije para mí: "su entorno le parará los pies, esto es una locura" y tampoco acerté. Así que el sábado, como todos, estaba pendiente de qué pasaba porque tenía claro que aunque Marc nos hubiera dicho que su cuerpo le pedía subirse a la moto no era su cuerpo el que lo pedía, era la cabeza sabiendo que el título se complicaba tras el primer cero y no podía asumir un segundo. Entonces fue cuando su cuerpo habló, no había posibilidad de subirse en la moto y aguantar lo que supone una MotoGP.
Después de eso pensé: "hombre, pues al final han llegado a la conclusión de que era muy precipitado y todo el esfuerzo lo estaba soportando la placa, ahora se tomará su tiempo" y volví a equivocarme, no hay más que ver las redes sociales de Marc para ver la barbaridad de entrenamientos que estaba haciendo con su brazo "malo", un brazo que no querría ver en dirección a mi cara...
El caso es que esto no es cosa de Marc, que es el mejor piloto de la parrilla sin lugar a discusiones y es de los mejores de la historia a pesar de sus 27 años. Y ahí es donde realmente quería llegar, Iron Marc no existe, los superhéroes no existen, los pilotos sufren mucho física y psicológicamente. Un piloto lesionado es un ser humano en lucha constante porque no puede hacer su trabajo ni lo que más le gusta y confía ciegamente en lo que le dicen. Si a Marc le han dicho que podía subirse a la moto, pues se sube porque es lo que quiere hacer. Si a Marc le dicen que puede ponerse a hacer pesas, las va a hacer. Si a Marc le dices que no pasa nada por dejarse la piel cada segundo de cada minuto del día para volver antes a la pista, ten por seguro que lo va a hacer. Pero Marc no es indestructible y su cuerpo necesita unos plazos de recuperación que pueden ser mejores que los tuyos y los míos por su capacidad de sacrificio, por los medios que tiene y porque es un atleta formidable, pero que son obligatorios. Y resulta que un hueso, al menos por el momento, no puede recuperarse en cuatro días ni en diez, necesita más para volver a tener su resistencia habitual. De lo contrario todo ese esfuerzo que ha hecho lo asume la placa y la tornillería y, por supuesto, esa parte del hueso en la que van anclados.

Ahora vuelvo a hablar conmigo mismo: "¿Merece la pena todo el riesgo que ha corrido Marc? ¿Por qué se le dio el visto bueno tan alegremente? ¿Qué plazos de recuperación habrá ahora? ¿La nueva lesión es más compleja?" Solo tengo preguntas, ninguna certeza. Pero en el interior de mi cabeza algo me dice que esto de la épica del piloto se nos ha ido de las manos y no solo con Marc, porque Cructhlow y Rins tampoco deberían haber corrido. Así que al final me quedo con una sensación que no me gusta y que me guardo para mí porque es realmente fea.
Eso sí, me gustaría que se bajase a los pilotos de ese pedestal de superhéroes, son personas normales, con un trabajo excepcional y una preparación tremebunda, pero siguen siendo personas con sus virtudes y defectos, sus planes de futuro, sus familias y sus amigos... lo que no son es carne que echar a los leones y jamás deberían se tratados como tal.