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Jordi Torres: «La parrilla revisada es positiva, nadie pierde con ella»

Fotos: WSBK
A base de buen hacer y gracias a su extrovertido carácter, Jordi Torres ha pasado de ser un desconocido más allá de nuestras fronteras a ser uno de los pilotos con más carisma primero del Mundial de Moto2 y ahora de Superbikes, donde se ha ganado el apodo del "Spanish Elvis". Este año afronta su segunda temporada con BWM y tercera en el WSBK.

Después de trabajárselo de lo lindo durante años en el CEV, a Jordi Torres le llegó la oportunidad de debutar en el Mundial de Moto2 con el Team Aspar. Durante dos temporadas estuvo en el campeonato, logrando una espectacular victoria en el GP de Alemania. En 2015 saltó al WSBK, ya con un reconocimiento tanto por su pilotaje como por su carisma (él puso de moda el famoso #kneeground en su etapa de Moto2). Ahora, afronta su segunda temporada con BMW y tercera en el campeonato, donde se ha convertido en un fijo dentro del top10 y consigue sacarle todo el partido a una BMW S1000RR muy cercana en preparación a la de calle con la que se está enfrentando a rivales con una mecánica más preparada.

Esta es la tercera temporada en el Mundial, no eres un novato, eres de los pilotos que están ahí, conoces los circuitos y repites moto ¿cómo te planteas la nueva temporada?

“Como bien dices, es mi tercer año y ya conozco bien los neumáticos, me llevo bien con los Pirelli, he conseguido dominar su lenguaje de información transmitida de lo que te dan, consigo entender bien la electrónica y el “rollo” del campeonato. Desde el primer día me sentí a gusto en este campeonato y la verdad es que es mi campeonato.

Sus patillas y su peculiar estilo le han granjeado la simpatía del público

Es mi segundo año con BMW, eso es muy positivo porque pocas veces he podido correr un segundo año con la misma moto, así que estoy eternamente agradecido porque la experiencia que obtuve el año pasado tanto de la moto como del equipo y la mezcla entre italiano y alemanes, me hace ser más consciente aún de la situación en general. Sí que es verdad que el año pasado, con el cambio a BMW pensaba que quizás podría seguir esa estrategia como piloto de querer luchar por posiciones de podio. Pero cuando empecé a hacer las primeras carreras me di cuenta que más que utilizar mis capacidades al 100% para intentar estar delante lo que necesitaba era cambiar a un estilo más cercano al piloto de pruebas, piloto evolucionador, tirar más de un proyecto que está muy verde y, sobre todo, unir dos estructuras como son Althea Racing y el departamento de carreras de BMW.

Nuestra BMW es, en lo que a electrónica se refiere, igual que la de serie

Yo estoy en medio de esta explosión, me explotan la cara y lo tengo que barrer, lo tengo que limpiar y poner buena cara, pero sí es verdad que hemos aprendido todos mucho, sabemos que las limitaciones nos las pone BMW porque con la mentalidad que tienen ellos lo que quieren es tener un producto de calle muy bueno y nuestra SBK es muy cercana a la moto de calle. Utilizamos la ECU, el software y hardware de serie y en este caso, para ellos es muy bueno porque cuando salga un modelo nuevo lo habremos evolucionado nosotros en circuito y BMW volverá a tener una S1000RR muy competitiva para el usuario.

Lo que pasa es que el campeonato no es de motos de calle, si no motos de competición elevadas a la máxima expresión siempre cumpliendo el reglamento y nosotros estamos un poco por debajo de ese límite. Vamos bastante holgados con respecto a otros fabricantes y es lo que nos autolimita. Por parte de Althea tienen toda la responsabilidad de la ciclística, piezas de la moto, todo lo que concierne a pilotaje y BMW limita más al motor y electrónica. Del motor jamás hemos tenido ninguna queja, porque precisamente se caracteriza por la potencia y la fiabilidad. Quizás los demás están empezando a llegar, pero nosotros nos mantenemos en una potencia bastante digna y es la electrónica a la que le falta un poco. De todas maneras, imagino que si cada marca utilizase su electrónica de serie nosotros estaríamos al nivel de poder luchar por podios, pero como no es el caso luchamos por oler de pasada un podio que está a 14 segundo de nosotros.”

Torres afronta su segunda temporada con BMW

¿Y cómo afrontas entonces este desafío?

“Sabiendo todo esto, la mentalidad es 100% luchar con lo que hay. Conozco bien las armas que tengo encima de la mesa, las intento coger y luchar con ellas. Se que hay cosas que mejorar, que no van del todo bien y yo intento ignorarlas, hacer como si no existieran y de lo bueno intentar sacarle el máximo provecho. Lo que no vale es echarse en una esquina a llorar, lamentarse por lo que no tenemos. Hemos topado con una piedra muy dura y lo que hay que hacer es esquivarla y seguir. Se que como piloto este cambio de mentalidad, pasar de buscar siempre el 100% y ahora hacer más función de piloto de pruebas es difícil, porque me siento piloto de carreras, pero estoy intentando mezclar las dos cosas y se ve que en cada carrera me dejo el alma y si tengo que luchar por un sexto lo lucharé hasta morir, aunque no me sienta cómo con esta sexta posición. Pero creo que ahí reside toda la magia que hay que hacer durante este año y que va a servir para curtirme como piloto, ser más consciente de lo que necesito, de mi conducción y aprovecharlo al máximo porque eso va a hacer curtirme.

Se que el día de mañana, si BMW hace el cambio de chip o da con la tecla o cambio de montura se que como piloto voy a estar preparado como quizás el ejemplo de Jonathan Rea con Honda. Él se sentía limitado y según se subió a la Kawasaki ya estaba luchando por ganar carreras y yo quiero tomar ese ejemplo y a día de hoy lo que intento hacer la BMW lo mejor que puedo y el día de mañana se que estaré más preparado.

Esta situación va hacer que me curta como piloto y el día de mañana estaré más preparado

En cuanto al campeonato, está haciendo cambios continuos, el último con la parrilla y tu eres uno de los pilotos que pueden salir más beneficiados ¿qué opinas de todos estos cambios?

“La verdad es que esta parrilla revisada me da oportunidades, pero creo que me la da sólo un segundo y medio o dos, porque llego a la primera curva y ya me han puesto en mi sitio. Porque nos lastra mucho el “launch-control” que es el mismo que el de la moto de calle, así que no podemos hacer el 0-100 en 2,7 ó 2,8 y nos tenemos que conformar con 3,0 ó 3,1.

Dicho esto, creo que es bueno, porque creo que no hay nadie que pierda con ello. Es lo más importante. Hay algunos que ganan y otros que no ganan nada, pero el que no gana tampoco pierde. Es verdad que si Rea tiene que salir el nueve y tiene que ganar la carrera la ganará igual, como le pasa también a Davies o Sykes, y aquellos pilotos que puedan engancharse, como Lowes, VD Mark, Forés, les da más oportunidades. El espectador también gana, porque hay más adelantamientos, más emoción.

Con el nuevo reglamento unos ganan y otros no ganan, pero nadie pierde

Tu implicación con BMW, como nos has contado, es grande. El año pasado estuviste en Garmish ¿cómo es ser un piloto con ese estatus en BMW?

“La verdad es que yo no pensaba que BMW tuviera tanta afición detrás. Es algo exagerado, algo descomunal la de aficionados que hay. Pensaba que sólo existían los ducatistas y algún “apriliano”, pero la marea que mueve BMW es increíble. Además es una marca muy alemana en el sentido de que es muy de cerveza en jarra, muy bávaro y la verdad es que me empapo de todo y soy muy consciente. Lo disfruto mucho, el trato es estupendo, como cuando obtienes un BMW es de caballero, de señor y gozo con los eventos. Por desgracia mi trabajo no es hacer eventos y gozarlos, si no que es subir en la moto.”

BMW y Althea trabajan mano a mano

En cuanto al campeonato, para terminar ¿Qué puedes decir a la gente sobre él?

“En España quizás nos pensamos que SBK es un campeonato de segunda, un campeonato B, un “cementerio de elefantes” se ha llegado a decir a veces pero no creo ni que se pueda llegar a comparar con MotoGP. Sí que es verdad que en su día Dorna hizo muy buen trabajo en España cuando SBK era rivales y aquí lo hizo muy bien y de hecho toda una cantera de muchos años ha ido a MotoGP sin pensar en Superbikes. Y eso es lo que tenemos a día de hoy, mucha gente española en MotoGP, no sólo pilotos, periodistas, mecánicos y eso es lo que nos está pasando factura al WSBK.

Este es un campeonato más motero, más familiar, pero no en el sentido cutre, si no que no trata de mantener a los pilotos como estrellas inalcanzables de no las puedes mirar no las puedes tocar, si no que intentan acercárte a los pilotos, te los trae. El público interactúa con los pilotos. El público, sin ningún problema, puede obtener póster firmado, camiseta firmada. Ya te digo, Dorna en cada carrera monta un escenario y allí estamos, cantamos, bailamos, hacemos campeonatos de pin-pon, locuras máximas y el aficionado disfruta no sólo de las carreras si no de todos los eventos, las fiestas, conciertos… Es un concepto más británico de pasar el fin de semana en las carreras con la familia y los amigos. Aquí en España no lo tenemos así, somos más de ir a la grada, disfrutar de las carreras y luego fuera del circuito hacer nuestras maldades o lo que cada uno quiera hacer. Pero el World Superbikes es más de reunir grupos, familias, diversión durante todo el fin de semana y es muy bonito.

También la implicación entre los pilotos y las marcas es más directa, todo lo que evolucionamos en las carreras lo lleva el usuario en la calle y eso facilita ese amor por una marca o posicionarte en qué color te gusta más. Va más ligado por lo que puede obtener una persona y puede comprar en la calle todo lo que tenemos aquí y eso es muy bonito. El espectador español se está perdiendo partes muy bonitas que ofrece, que MotoGP no puede y SBK lo hace y encantado de la vida.”

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