Jorge Lorenzo, más rápido que Rosberg con el Mercedes F1

Jorge Lorenzo, calculador como siempre, preparó junto a los ingenieros de Mercedes tres días de test gracias a Monster, patrocinador común tanto de Yamaha como de la escudería de Fórmula 1. Acostumbra a tomarse las cosas muy en serio y con mucha profesionalidad, y esta vez no iba a ser menos.

Todo arrancó el martes subiéndose a un F2 en el Circuito de Snetterton. La razón era volver a coger sensaciones en un monoplaza, donde llevaba años sin subirse. Tras completar la primera jornada, viajó hasta las instalaciones de Mercedes para trabajar con el simulador junto al equipo de pruebas de Mercedes (el resto ponía ya rumbo a Japón donde este fin de semana se está celebrando la décimo sexta cita de la temporada).

Ya en esta vídeo-consola a lo grande dio muestras de su habilidad al volante del monoplaza, pero la prueba de fuego vendría ayer cuando por fin podría cumplir el sueño de subirse a un monoplaza, y además en el de su buen amigo Lewis Hamilton.

La prueba se llevó en el medio trazado de Silverstone, y aunque no empezó rápido según los ingenieros teniendo en cuenta los tiempos de referencia del día anterior en el simulador, lo cierto es que a medida que fueron pasando las vueltas (completó unos 70 giros) fue poco a poco aumentando su ritmo. ¿Cuánto? Pues lo suficiente como para rebajar los tiempos de referencia que había marcado Nico Rosberg. Si bien es cierto que las condiciones de pista para Jorge Lorenzo eran mejores que las que tenía Rosberg, una vez más se demuestra que los pilotos de MotoGP son capaces de rodar muy rápido también sobre cuatro ruedas.

“Hoy, pude experimentar lo que es pilotar un coche de Fórmula 1. Ha sido un día increíble. Estoy muy satisfecho con el tiempo la vuelta que di en la última salida. Por lo que me dicen los ingenieros, mis tiempos fueron realmente competitivos. El coche es muy suave. Lo esperaba mucho más nervioso y difícil, pero, al final, todo fue muy bien: el volante, el motor, todo.”

“Es bastante fácil de pilotar y el coche, en las curvas, es realmente rápido y el agarre en los ángulos es irreal. En la primera vuelta sientes la potencia, pero cuando te acostumbras es parecido a una MotoGP, pero en las curvas es otro mundo, unos 40 km/h más rápidos en mitad de la curva. También me ha sorprendido lo tarde que puedes frenar y la cantidad de agarre que el coche puede retener con el acelerador a tope en las curvas rápidas. Es inhumano.”