Kawasaki Z750FX by Bull Dock: El peso como enemigo público nº1
Se ha mantenido inalterada la filosofía que atesoraba el modelo en la década de los 80


En los años ochenta se aplicó a pies juntillas eso de “burro grande, ande o no ande”. Por aquel entonces, la lucha encarnizada por crear la superbike más potente del momento dio como resultado que los diferentes modelos de la mayor parte de marcas, sobre todo las cuatro grandes japonesas, fueran cada vez más pesados. Si bien es cierto que en apenas una década se logró incrementar de manera exponencial la relación de CV por litro de cubicaje, esta regla también sirvió para comprobar que sucedía justo lo contrario en cuanto a CV/kilogramos.
Pero ya metidos en los ochenta, algunas marcas como Yamaha se percataron del asunto y empezaron a trabajar en la dirección opuesta. O más bien en desarrollar modelos que si bien no gozaban de unas especificaciones en cuanto a prestaciones apabullantes, lograban reducir el peso de manera considerable, como ocurriría con la XJ650 de 1980. A esta tendencia pronto se apuntaron las demás firmas niponas, siendo Kawasaki con su Z750 del mismo año, la marca en crear la “siete y medio” más potente y liviana del momento.

Pues siguiendo esta misma filosofía los especialistas japoneses de Bull Dock han dado vida a esta increíble preparación que hemos conocido gracias a los amigos de Pipe Burn. En ella se han centrado en combatir precisamente al mayor enemigo de una motocicleta: su peso final. Y lo han hecho a base de trabajo e ideas realmente eficientes, pero sobre todo usando materiales livianos, en la fabricación de algunos de sus componentes, como son el aluminio o la fibra de vidrio. Todo ello en aras de mejorar esa ansiada relación peso/potencia, aunque esto ha sido solo una parte de la labor llevada sobre esta Kawasaki Z750FX.
Para ello desmontaron por completo la moto, reforzando algunos puntos clave del chasis con la idea posterior de poder potenciar el motor, y que este no acusara el incremento de CV extras. A partir de ahí se centraron en la búsqueda de una rebaja sustancial del peso final. Para ello diseñaron y fabricaron en aluminio un nuevo depósito de combustible. También los paneles de la carrocería son de nueva factura, elaborados en fibra de vidrio, material empleado para darle forma a los guardabarros, protector de cadena, base de asiento y otras pequeñas partes no vistas.

De igual forma, los chicos de Bull Dock centraron su atención en otros puntos clave de esta preparación, empezando por las llantas. Estas cuentan con un diseño en forma de estrella y fueron desarrolladas específicamente para esta Z750FX. Estas están forjadas en aluminio en medida de 17x6 pulgadas y reducen de manera considerable las inercias provenientes de la masa suspendida, dotándola de un mejor manejo y un alto grado agilidad gracias, en parte, a la monta de neumáticos actuales de altas prestaciones.
Por otro lado, McCoy, una marca especializada en componentes de moto, diseñó y fabricó un nuevo basculante. La parte ciclo se completa con una horquilla convencional frontal Nitron con triple abrazadera elaborada en CNC. La misma marca se encargó además de equipar un doble amortiguador trasero con botellas independientes, así como un amortiguador de dirección. Este apartado se completa con la incorporación de un equipo de frenado Brembo en ambos ejes, con bomba radial, obra también del especialista italiano.

Pero como toda buena preparación también el motor recibió un exhaustivo trabajo de mejora. Empezando por un kit completo de aumento de cilindrada llevando este hasta los 1.197 cc. Para ello se usaron pistones Pistal de alta comprensión, así como un equipo de árboles de levas y carburadores de 36 mm provenientes del catálogo de Yoshimura. Estos últimos cuentan con las tapas superiores pintadas en rojo, haciendo un guiño a los motores Ferrari de antaño. Tanto el embrague como la caja de cambios fueron totalmente modificados para poder soportar las nuevas cifras de potencia, así como la instalación de un escape completo de titanio McCoy.
La obra se completa con una decoración donde los tonos azules y dorados toman el protagonismo, los mismos que emplea el propietario de esta bella Z750FX en su Lamborghini. También manteniendo muchos de los componentes originales del modelo, como el cuadro de instrumentos, dejando clara cuál es la historia del mismo y la época en la que brilló a gran altura.