La BarrYcada: #MADRIDENMOTOSI

El pasado mes de diciembre se cumplió un año de la manifestación multitudinaria  que recorrió las calles de Madrid, en protesta por las medidas claramente injustas y discriminatorias con los motoristas, que figuraban en el proyecto Madrid Central, impulsado por el anterior gobierno municipal. Recordemos que básicamente se restringía el acceso en moto a partir de las 22:00h  hasta las 7:00h del día siguiente. Pues bien, hoy quiero contaros cómo se desarrollaron los acontecimientos para creación de esta movilización.

Quiero empezar aclarando una cosa muy importante: esta protesta nunca fue en contra de Madrid Central en sí, ni del gobierno de Manuela Carmena, y jamás tuvo transfondo político alguno, a pesar de los innumerables intentos de unos y otros por politizarla y usarla como arma arrojadiza. Creo que a cualquier motorista que le preguntemos qué le parece que haya menos coches en las ciudades contestaría rotundamente que sí. La moto es una herramienta indispensable en la reducción de los niveles de CO2, por sus bajas emisiones debido a su bajo consumo de carburante, ya que el periodo de exposición es mucho menor, simplemente porque se tarda la mitad de tiempo en realizar el mismo trayecto que con un coche. Una parte de la solución, no del problema.

Pero, volvamos al principio. Cuando se presentó el borrador del proyecto, la corporación convocó una rueda de prensa a la que asistieron diferentes colectivos y asociaciones, entre ellas Asociación Mutua Motera (AMM) e IMU, si no recuerdo mal. Yo no asistí a esa convocatoria ya que no pertenezco a esas asociaciones, ni a ninguna otra. El caso es que me enteré por las redes sociales que a nuestros representantes no se les dio oportunidad de rebatir esas medidas tan nefastas para el colectivo motociclista, y que prácticamente se les negó la palabra. Y ahí es cuando éste que os narra se cabrea, abre la boca, y lanza en sus redes el hashtag #madridenmotosi . Y mira tú por dónde, éste comienza a correr como la pólvora por Facebook e Instagram… Inmediatamente comenzaron las llamadas de amigos informándome de la viralización de ese grito lanzado al aire, sin más pretensión por mi parte que exteriorizar mi rabia por ese ataque a nuestras libertades.

Entonces fue cuando “la cagué” y colgué un video en mi muro de Facebook, explicando mi malestar. Y ahí fue cuando todo se empezó a desmadrar, porque ese grito fue recogido por miles de vosotros y comenzó a crecer como la espuma. De ahí pasé a la creación de una página en Facebook y a colgar más videos denunciando la situación y que también se convirtieron en virales.

Desde el primer momento conté con el apoyo de varios amigos, especialmente de los periodistas y aventureros Gustavo Cuervo y Alicia Sornosa, y de Lorena Torrado, responsable del diseño de los maravillosos logos de #madridenmotosi . Las solicitudes de admisión a la página eran continuas, un chorreo de personas apoyando nuestra postura y clamando por hacer algo al respecto. Vamos, pidiendo a gritos una manifestación. Pero claro, eso es muy fácil de decir, pero muy difícil de hacer. Y más para nosotros que ni éramos, ni somos, una organización, tan sólo una plataforma de motoristas cabreados.

Haciendo caso a la petición popular decidí contactar con Juan Carlos Toribio, representante de IMU en España y conocido activista en la lucha por la seguridad vial y los derechos de los motociclistas, y que ya estaba al tanto del éxito mediático de nuestra protesta. Inmediatamente ofreció a IMU cómo convocante de la manifestación, dada la dilatada experiencia que ellos tenían en este tipo de actos. Algo que agradecí profundamente pues desconozco todos los trámites burocráticos que conlleva convocar una manifestación con todas las garantías de legalidad.

Ya sólo quedaba crear una mesa de trabajo para coordinar todas las acciones a seguir, e invité a participar en ella a entidades relevantes en el mundo de la moto como el  Moto Club “La leyenda Continua”, creadores de la concentración del mismo nombre y de la mítica Pingüinos, por su gran experiencia en el control de ruta de una caravana tan grande de motos. Su presidente Mariano Parellada nos brindó toda su ayuda y envió a su delegado en Madrid, Saturnino Collantes para que formase parte de la mesa. Por último también invité a Juan Manuel Reyes de AMM, puesto que yo quería que formasen parte de esta plataforma las dos asociaciones españolas más importantes.
 
En el primer vídeo que colgué en las redes hice un llamamiento a todas las organizaciones de defensa de los motociclistas, en el que textualmente les pedía que apartasen las luchas de egos y se uniesen en un frente común para pelear por nuestros derechos. Bueno, pues esto fue muy complicado. Las diferencias entre las directivas de ambas asociaciones a mi parecer son irreconciliables. Desconozco los motivos, y tampoco me importan, pero me pasé más tiempo apagando fuegos en mi bando que avanzando en lo que nos interesaba...

Por otro lado, en las redes sociales comenzó el bombardeo de mensajes de ”trolls” de toda índole. Unos descalificando a Carmena, otros defendiéndola y a su vez descalificando a la oposición... Y, yo, en medio de todo esto haciendo continuos llamamientos a mantener el respeto e insistiendo en la más absoluta neutralidad política de #madridenmotosi, hasta el punto de tener que bloquear a más de uno y a más de dos. De los ataques directos hacia mí, prefiero ni hablar. Pero recuerdo que en una de esas me definí como “Fachaflauta”, porque recibí en el mismo día acusaciones de "facha" y "perro flauta". Por supuesto todos eran "revolucionarios de sofá", que airadamente nos decían cómo y cuándo se debían hacer las cosas, mientras ellos se rascaban los huevos en el anteriormente citado sofá. España, qué os voy a contar, es así...

Con las cosas ya más o menos coordinadas, e indiscutiblemente gracias a las eficaces gestiones de Toribio, finalmente pudimos poner fecha a la manifestación: domingo 16 de Diciembre de 2018. También tengo que señalar el apoyo incondicional de la prensa especializada y la de muchos artistas que nos cedieron creaciones apoyando nuestra causa. Antonio Merinero, Iñigo González Churruca y José Cepas entre otros. Por parte de las marcas comerciales, también recibimos su inestimable colaboración, dando difusión y apoyando nuestra iniciativa. Triumph fue la primera en dar el paso.

ALEA IACTA EST

El punto de partida de la manifestación fue en la Ciudad Universitaria a las 11:30, bajo un amenazante cielo nuboso. Debo reconocer que me sentía aterrado pensando en que eso (lluvia) pudiera provocar una lógica baja asistencia de manifestantes. Pero pronto mis temores se olvidaron cuando comenzó a aparecer una ingente cantidad de motoristas venidos, no sólo de Madrid, sino de muchas provincias de España. En ese momento se me formó el nudo en la garganta que no me abandonaría en toda la jornada. 

Cuando se reúne una masa social tan grande acude gente de todo tipo, y es inevitable que siempre aparezca algún "cafre" ejerciendo de lo que es. Desde el primer momento, la organización hicimos hincapié hasta la saciedad en esforzarnos en mostrar un comportamiento impecable y evitar molestar a nuestros conciudadanos, proyectando sobre ellos una imagen positiva de la motocicleta. De los medios de comunicación, aparte de los especializados, solo acudió TeleMadrid con un reportero y un operador de cámara.

Desde lo alto del remolque que usamos como escenario improvisado, comunicamos las pautas de la manifestación. Mientras tanto la gente se hacía fotos con la pancarta con el logo que teníamos desplegada… Y justo en ese momento de máxima expectación, unos “graciosos” con parafernalia de un partido político X (poned vosotros el nombre) comenzaron a proferir gritos contra la alcaldesa, levantando el brazo, y no para comprobar si llovía. Automáticamente me fui a por ellos para pegarles un chorreo de tres pares de narices. No podía consentir, que todo el esfuerzo y preocupaciones por las que había tenido que pasar para desvincularnos de cualquier postura política, las tiraran por tierra cuatro iluminados. Lo cierto es que depusieron su actitud inmediatamente y me pidieron disculpas. Al darme la vuelta me di cuenta que el equipo de Tele Madrid, lo había presenciado todo. Y pensé: estamos jodidos, esto es lo que va a salir. Entonces el reportero se acercó a mí y me dijo; “Tranquilo, he visto como te has enfrentado a ellos y te doy mi palabra que esto no saldrá”. Y cumplió con ella, cosa que le agradeceré siempre.

Cabe también destacar la labor ejercida por todos los agentes de la Policía Municipal y Nacional, sin cuya ayuda habría sido imposible realizar esta manifestación. Con el recorrido que en principio planteamos al Ayuntamiento surgió un problema: al encontrarnos en un episodio de alta contaminación, la Policía Municipal nos advirtió que las motos sin etiqueta no podían entrar en Madrid Central, por lo que muchos de los manifestantes no podrían participar en el acto. La elección por tanto estaba clara: preferimos renunciar a pasar por Gran Vía para que todo el mundo pudiese participar. La alternativa que nos ofrecieron fue subir por José Abascal y llegar hasta el Paseo de la Castellana con una parada en Cibeles, frente al edificio de Correos, sede del Ayuntamiento de Madrid, y continuar por la calle Alcalá para finalizar en la Plaza de Las Ventas. Así se hizo.

Pues sobre ese cambio también tuve que soportar las criticas de los “revolucionarios de sofá”, que entre rascada y rascada de sus partes, tenían tiempo para criticar nuestro trabajo. Afortunadamente por cada comentario negativo recibí las felicitaciones y el agradecimiento de cientos de vosotros, por la iniciativa y el esfuerzo realizado. El éxito de asistencia fue abrumador, cerca de siete mil motoristas desfilando al grito de “MADRID EN MOTO SÍ”, en perfecto orden y sin incidencias reseñables, mostramos nuestro desacuerdo con las medidas del gobierno municipal. Debido a la emoción que me embargaba, me resultó muy difícil poder dirigir unas palabras a los asistentes, pero más o menos lo que vine a contar, aparte del agradecimiento a todos, fue que no permaneciésemos parados ante los abusos del poder, que cada uno de nosotros y en la medida de nuestras posibilidades, hiciésemos lo posible por defender la moto. 

Mi labor de agitador de masas había terminado: ahora les tocaba a las asociaciones pelearse en los despachos.

Aún así acepte formar parte de una mesa de trabajo junto a IMU y los técnicos municipales, para ver cómo se podía resolver el conflicto. Cuando llegué a esa reunión, me enteré que una semana antes también se habían reunido con AMM... En mi opinión personal, eso es exactamente lo contrario al espíritu que quise crear con Madrid en Moto Sí: la imagen de desunión entre el colectivo creo que quedó demostrada por una acción individual. En ese momento decidí dar un paso atrás y mantenerme en segundo plano y ver qué pasaba. Las elecciones municipales estaban al caer, y tampoco tenía mucho sentido negociar con un gobierno que no sabíamos si continuaría en el poder.

Efectivamente, al llegar las elecciones, el gobierno municipal de Ahora Madrid, fue sustituido por el actual del PP, que parecía estar dispuesto a modificar esas ordenanzas que nos afectaban a los motoristas. El mismo día de la manifestación precisamente el actual Alcalde, Sr. Almeida, se presentó de motu propio con su moto, para apoyar nuestras reivindicaciones (y, cómo no, para hacer campaña). De hecho uno de sus colaboradores se puso en contacto conmigo para invitarme a presentar una propuesta conjunta al pleno municipal. Oferta que rechacé de inmediato, puesto que siempre defendí nuestra neutralidad política. Tengo guardados los mensajes, por si fuese necesario demostrarlo algún día.

Desde entonces hay que decir que algunas cosas han cambiado a nuestro favor. Se han ampliado los horarios de acceso a Madrid Central y se ha dispensado a las motos de restricciones que afectan a otros vehículos. Nos han prometido aumentar las plazas de aparcamiento de motos y otras medidas que benefician a los usuarios de motos y ciclomotores. Espero que esto no acabe aquí, y que futuros gobernantes no olviden que la moto es siempre un aliado en la reducción del tráfico y la contaminación.

Por si acaso, seguiré vigilándoles desde nuestra BarrYcada.