La Comunidad de Madrid protegerá 45 puntos negros para motoristas
Se han revisado más de 2.500 km de carreteras regionales

En 2019 uno de cada cuatro accidentes con víctimas en las carreteras de la Comunidad de Madrid tenían implicadas motos. De ese total de los accidentes, el 25% de las víctimas fueron mortales y es por eso que las autoridades autonómicas están decidas a tomar medidas. También hay que decir que entre 2010 y 2019 el parque móvil creció un total de 1,7% mientras que el de motos lo hizo en un 3,7, lo que deja claro que en la región se apuesta por la moto como medio de transporte privado. Está claro que la congestión no solo en la ciudad, sino en muchos puntos de la región, ha incitado a muchos usuarios a pasarse a las dos ruedas, por lo que el gobierno autonómico necesita tomar medidas.
Así pues, la Consejería de Transportes ha analizado los más de 2.500 kilómetros de carreteras de la región en busca de los puntos que estadísticamente son más conflictivos. De esta manera han conseguido localizar los 45 puntos negros escondidos en diferentes tramos de distintas carreteras: las carreteras M-127, 131, 133 y 137 en la sierra norte de Madrid; la M604, M-611 y M-637 en el noroeste de la Comunidad; la M-607; la M-117 en el este y las vías M-505, M-512, M-521, M-522 y M-539, en el suroeste; y en el sur-sureste, las carreteras regionales M-506- M-409, M-301, M-302, M-404 y M-204.

Una vez se han recogido los datos llega el momento de dar los pasos realmente importantes, que son analizar los datos, entenderlos y empezar a tomar medidas para, en la medida de lo posible, minimizar tanto los accidentes como sus consecuencias. Para ello se irán tomando medidas específicas como son la instalación de sistemas de protección para motoristas, balizas, luminosos, rodaduras de alta fricción, tratamientos en los márgenes de las carreteras o protecciones de pasos salvacunetas. También, en colaboración con la DGT, se está investigando en nuevos materiales para las señales y los postes en busca de que sean menos lesivos.
Otro de los puntos llamativos es el del estudio, en conjunto igualmente con la DGT, de la denominada como trazada motera que busca evitar imprevistos. Así mismo trabajarán en las líneas continuas para intentar evitar que los usuarios las pisen y de esta manera evitar los impactos frontales, otro de los grandes problemas junto con los ya mencionados guardarraíles que están detrás del 15% de los fallecidos.
Este cambio en la política de gestión de la Comunidad de Madrid llega de la mano de diferentes colectivos moteros, y tras la creación de la Comisión Interdepartamental de Seguridad Vial, en la línea con las peticiones y preocupaciones de la propia Unión Europea.