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La industria motociclista reclama un cambio en la fiscalidad

Fotos: Google Images
La carga de impuestos a la que se somete a la moto es un lastre para el mercado, según denuncian los fabricantes, que esperan de la futura Administración un cambio en la fiscalidad de las motos, equilibrando la balanza ante los otros vehículos.

Las motos están sometidas una carga de impuestos mucho mayor que la que sufren otros vehículos. Anesdor, la asociación de la industria motociclisma, lleva tiempo pidiendo a las diferentes administraciones públicas medidas estructurales en este sentido, porque consideran que “la fiscalidad es el principal problema” con el que se encuentra el sector.

El marco impositivo de motos, ciclomotores, triciclos y cuadriciclos es claramente desequilibrado, e impone una excesiva presión en la primera matriculación en comparación con otros países de la Unión Europea. Anesdor ha comparado la carga fiscal de la matriculación de motos de entre 250 y 500 en España con respecto a los principales mercado europeos, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia, que con nuestro país conforman los países con mayor número de matriculaciones en Europa, y las diferencias son abismales.

La carga de impuestos sobre el precio neto de una moto en España llega a ser hasta del 40,7 por ciento, mientras que en Italia oscila entre el 26,6 y el 27,2; en Reino Unido es del 23,39; en Francia oscila entre el 22,16 y el 24,49; y en Alemania es del 20,93 por ciento.

Si a esta desigualdad le sumamos el hecho de que el impuesto en la compra de un vehículo usado es en torno al 5 por ciento, eso hace que prime la adquisición de motos de segunda mano sobre motos nuevas. Antes de la crisis el ratio entre moto usada y moto nueva era de 0,8:1; ahora es de 2,4:1. Y en los momentos más álgidos de la crisis se llegaron a vender tres motos usadas por cada moto nueva. Esta es una de las causas que ayudan a entender el envejecimiento del parque motociclista: a pesar del ajuste en los precios, no se produce una renovación al ritmo aconsejable porque la carga de impuestos incrementa excesivamente su coste.

Anesdor plantea varios cambios en materia de impuestos: reducir en un 50 por ciento la tasa de matriculación para motos; supresión del impuesto para determinados medios de transporte (IEDMT), totalmente obsoleto dado que ya existe un impuesto del IVA del 21 por ciento; y modificar los criterios de aplicación del impuesto de tracción mecánica (impuesto de circulación), aplicando los mismo criterios a los que se somete el automóvil. En la práctica, a igual número de emisiones de CO2, las motos están pagando más, porque están exentas de tributar las que emiten hasta 100 gr/km de CO2, mientras que los automóviles esta exención se eleva hasta los 120 gr/km.

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