La motocicleta como una solución real de movilidad sostenible
La motocicleta eléctrica, aún lejos de ser un sustituto viable de la moto convencional


Desde AMDA (Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción) apuestan por la motocicleta, y lo hacen creando la división de motocicletas para promover un uso adecuado, sostenible y seguro de la moto en nuestras ciudades y carreteras. De esta forma se pone de manifiesto, una vez más, el papel irremplazable que desarrolla este tipo de medio de transporte dentro de la movilidad presente, pero también de cómo se posiciona como una de las alternativas más eficientes hacia la llamada movilidad sostenible.
Según Javier Garoz, presidente de la División de Motocicletas de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción: “La venta de motocicletas en nuestro país tras la pandemia del Covid-19 está creciendo hasta casi recuperar los niveles anteriores a 2020, motivado fundamentalmente por diversas causas como la preferencia del ciudadano por la movilidad unipersonal, la menor inversión que requiere la compra de una motocicleta, las múltiples incertidumbres que desgraciadamente asolan al automóvil y la búsqueda de ocio. Todo ello ha favorecido a la motocicleta, que ha experimentado una recuperación más rápida que otros medios de transporte”.
Y continua: “La motocicleta está considerada, y así lo entiende también la administración pública, como un medio de transporte preferente y parte de la solución a los problemas de seguridad y sostenibilidad a los que nos enfrentamos. La motocicleta es un modelo de movilidad con grandes ventajas, ya que reduce los tiempos de desplazamiento, ocupa menos espacio físico en la vía pública, consume menos combustible y emite menos gases contaminantes y partículas por kilómetro recorrido”.

La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción considera necesario el desarrollo de políticas y actuaciones enmarcadas en tres ejes principales:
- Formación de los usuarios de moto. Es necesario desarrollar la mayor destreza posible en el uso de la moto; así como aprender la utilización de los sistemas de seguridad en situación de emergencia en entornos seguros. El fomento de cursos de conducción segura debe ser una prioridad tanto para los usuarios como, por supuesto, para la administración.
- Concienciación de todos los usuarios de la vía pública. El usuario de la moto debe conducir de manera responsable y cívica; conviviendo con el resto de usuarios que también han de ser conscientes de su coexistencia en la vía. El respeto entre usuarios y a las normas de circulación es un área en el que debemos seguir trabajando.
- Modernización del parque. Actualmente, el parque de motocicletas en la Comunidad de Madrid está en torno a los de diez años de antigüedad. Por las calles y carreteras de la comunidad madrileña están circulando unas 350.000 motos, de las que el 43% tienen más de 13 años de antigüedad.
Javier Garoz apunta sobre este último punto: “Según los últimos datos se venden dos motos de ocasión por cada moto nueva con el agravante de que el 60% son motos con más de 10 años. Si realmente queremos seguridad y sostenibilidad, facilitemos el acceso a motos más limpias y con mejor equipamiento, fomentando la adquisición de motos más modernas y promoviendo la venta de motos con menos de siete años de antigüedad”.

Por otro lado, y haciendo referencia al uso masivo de la motocicleta eléctrica y a su vez analizando el posicionamiento estratégico actual que tiene respecto a la moto convencional, desde AMDA tienen claro que la motocicleta eléctrica está aún lejos de ser un sustituto de la moto con motor térmico, aunque ya es una solución viable para la movilidad urbana. Sobre esto matizan: “Las medidas de fomento no deberían ir únicamente orientadas a su promoción. En Bruselas se debaten estos días las medidas de restricción al motor térmico avocándonos a todos a la electrificación del transporte sin remisión”.
Y continúa: “La posición de Italia defendiendo los biocombustibles podría perfectamente contribuir a los objetivos de sostenibilidad, sin eliminar por completo una energía que nos ha permitido un desarrollo social y económico extraordinario. El futuro del transporte debería estar basado en la coexistencia de diferentes energías, cada una adecuada según la utilización al que esté destinada. Y sobre todo siempre pensando en las necesidades reales de los ciudadanos y los usuarios”. Por último desde AMDA dejan claro que: “las motos modernas son también mucho más seguras por el equipamiento e incorporación de sistemas de control de tracción, estabilidad y frenado antibloqueo, como parte de los paquetes de sistemas ARAS de asistencia avanzada a la conducción que ya están disponibles”
Y terminan comentando: “hemos creado la División de Motocicletas con la que queremos promover el uso adecuado de la moto en nuestras ciudades y carreteras. Para ello fomentaremos cursos de conducción segura y perfeccionamiento, impartidos por expertos formadores viales en colaboración con la Dirección General de Tráfico y la Comunidad de Madrid”.