En 2012, la Yamaha R1 recibió un paquete de mejoras , que si bien suponían un paso adelante, no conseguían parar la fuerza con la que llegaron a principios de la década la BMW S1000RR, la Kawasaki ZX10R o posteriormente la Aprilia RSV4. Más tarde, la irrupción de la Ducati Panigale, hizo caer aún más a la Yamaha R1 y más si cabe en las pistas, donde las primeras han monopolizado los éxitos en los últimos años.
Al igual que sucede con Honda o con Suzuki, en Yamaha deben mover ficha si quieren volver al lugar que siempre han ocupado, referencia del sector y es por ello que Yamaha está trabajando en un modelo que verá la luz a finales de año en uno de los múltiples salones internacionales .
Sin embargo Motorcycle News Australia ha filtrado unas imágenes en las que se puede ver como el nuevo modelo de la firma de los diapasones ya está rodando, concretamente en el trazado de Eastern Creek. A simple vista se puede observar un cambio sustancial en el diseño, que se asemeja más al de la R6 actual que al de las antiguas R1. Las entradas de aire, como es tendencia, pasan a ser frontales y los escapes parecen haber desaparecido del colín, algo que era seña de identidad de las R1 actuales, pero que supone un centro de gravedad más alto.
Al parecer el concepto del motor “Crossplane” con cuatro cilindros (descartando de esta manera los rumores sobre el uso de tres) seguiría en vigor, aunque tras una severa actualización estaría rondando los 230 CV en su versión más racing, una decisión pensada sobre todo en la competición y en el nuevo reglamento del WSBK que impedirá realizar cambios sustanciales a las motos con las que se compita.
Como es norma actualmente, todo el sistema de gestión electrónico también mejorará con respecto a su antecesora