Hace apenas unas semanas la Real Federación Motociclista Española celebraba por todo lo alto el que es su primer centenario de vida. El Palacio de Cibeles de Madrid fue el escenario donde se recordó un siglo de historia sobre dos ruedas a través de sus protagonistas, que nos han dado nada menos que 462 títulos mundiales, una cifra de récords que pocos países en el planeta pueden igualar.
Un momento muy emotivo fue el bloque de «Heroínas» donde subieron todas las grandes campeonas de las distintas especialidades como Ana Carrasco, Beatriz Neila, Sara Sánchez, Sara García, Berta Abellán, Alba Villegas, Sandra Gómez, Daniela Guillén y Gabriela Seisdedos, arropando a Laia. La sorpresa de la noche fueron Prisca Vázquez y Charo García de la Barga que también se unieron a este elenco maravilloso, como pioneras de la velocidad en los años 70.
Es por ello que hoy, Día Internacional de la Mujer, la RFME quiere hacer una mención especial a todas aquellas que han hecho historia, las que han superado las adversidades, las que han convivido en un mundo deportivo donde el hombre era mayoría pero, sin embargo, han sabido hacerse un hueco. En definitiva todas aquellas que han llevado el nombre y la bandera de nuestro país por todo el mundo subiendo al primer escalón del pódium.
En el año del Centenario, la RFME ha querido revivir todos sus éxitos y ponerles nombres y apellidos. Con María Dolores Roca, Prisca Vázquez y Charo García de la Varga empezó todo, pero han sido muchos los logros conseguidos por muchas de ellas. Ana Carrasco, Sara García, Daniela Guillén, Gabriela Seisdedos, Sara Sánchez, Beatriz Neila, Mireia Badia, Berta Abellán, Sandra Gómez, Alba Villegas, Laia Sanz… Son solo algunas de las mujeres que han triunfado en los últimos años.
Pero en el mundo del motociclismo no solo hay mujeres piloto, también hay muchas otras que trabajan en las carreras como periodistas, mecánicas, telemétricas, fotógrafas, cargos oficiales, etc. que suman y hacen que este deporte sea tan especial. A todas ellas la RFME les envía su personal felicitación esperando que en lo sucesivo su presencia no deje de crecer.
