No es fácil ponerse en el pellejo del director de carrera de MotoGP, y menos aún cuando tiene que lidiar con situaciones espinosas. En los últimos años ha habido de todo, con algunas grandes polémicas incluidas, y este pasado fin de semana en Argentina, la Dirección de Carrera de MotoGP ha tenido que dictar sentencia en varias ocasiones. No cabe duda que lo más sonado ha sido la sanción que ha impuesto a Romano Fenati por su maniobra en las últimas curvas de la carrera de Moto3. Puede parecer un contrasentido que, por un lado, se penalice al italiano por su comportamiento en pista, y que al mismo tiempo se le mantenga en primera posición de la carrera. Seguro que Jack Miller no está muy de acuerdo… Por eso, creo que merece la pena estudiar la salomónica decisión de la Dirección de Carrera.
Vayamos por partes. Hay que reconocer que Fenati ganó por las bravas, abriéndose paso a codazos. Alex Márquez lo vio llegar con el rabillo del ojo con el tiempo justo para levantar la moto y evitar que lo arrollara, mientras que Miller prácticamente le sirvió de peralte. La maniobra de Fenati tenía poco que envidiar a un “blockpass” de supercross…
Pero creo que la forma en que en esta ocasión ha administrado justicia la Dirección de Carrera ha sido muy acertada. Fue, como se suele decir, un lance de carrera: un duro y apurado adelantamiento, pero por mucho que el nuevo talante que Mike Webb imprime al frente de la Dirección de Carrera sea menos condescendiente con el pilotaje agresivo, ha sabido encontrar el término medio con el que juzgar la maniobra, porque no se puede trazar una línea en el tiempo y decir: hasta aquí valía cualquier cosa, y a partir de ahora esto ya no vale. No habría sido nada justo sancionar a Fenati y arrebatarle la victoria por algo que hemos visto hacer una y mil veces. Sin ir más lejos, el año pasado en Jerez, por parte de Marc Márquez, o unos cuantos años antes, en el mismo escenario, con Valentino Rossi de protagonista.
Por eso es un acierto la introducción del carnet por puntos. Para situaciones como esta, es ideal. No ha sido totalmente limpio el pilotaje de Fenati, es verdad, pero tampoco se le puede quitar la victoria por una maniobra pasional en el desenlace mismo de la carrera. Simplemente le han dado un aviso, un toque de atención. Pero ojo, tampoco es una “patente de corso” para hacer lo que venga en gana. Estoy seguro que la historia habría sido bien distinta si Miller (o cualquier otro) se hubiera ido al suelo por la maniobra de Fenati.
Hay que saber manejar la situación, y en esta ocasión se ha hecho muy bien. Hay que entender el cómo y el por qué de cada acción, y comprender que si no se la juegan en momentos así, si no se cruza el límite cuando la victoria está en juego, nuestras carreras se convertirían en un aburrido catálogo de buenas maneras:
«Pase usted, Don Romano». «De ninguna manera, señor Miller; siempre después de usted».
Y no es así como sentimos la competición, ¿verdad?
