Aunque en términos generales el número total de víctimas mortales como causa de los accidentes de circulación ha disminuido de nuevo, hasta situarse en 1.126 usuarios fallecidos durante 2015, la tendencia no ha sido seguida por los usuarios de moto, que siguen aumentando hasta situarse en 219 fallecidos. Esta cifra supone 49 fallecidos más que en 2014. A estas desgraciadas cifras, hay que sumarle los 28 fallecidos a bordo de un ciclomotor, lo que supone un incremento de 11 personas sobre el mismo periodo de 2014.
Uno de los datos que más asombran, además del considerable aumento de víctimas sobre motos y ciclomotores, es que 9 de los primeros no empleaban casco, algo en común con otros 4 fallecidos en ciclomotores.
En cuanto a cifras globales las tendencias son también preocupantes, puesto que porcentualmente hablando, 8 de cada 10 usuarios que se han dejado la vida en el asfalto lo han hecho en carreteras secundarias, uno de los puntos débiles de la prevención de accidentes de la DGT y precisamente el tipo de vías que acusan más el deterioro sufrido en los años de crisis en la red nacional debido a la falta de mantenimiento.
A pesar de que 2015 supone el año con menos víctimas mortales totales desde que en 1960 comenzó a haber estadísticas de fallecidos en las 24 horas posteriores a los accidentes y que, afortunadamente, estamos muy lejos de las casi 6.000 personas que perdieron la vida en el 1989, el peor año de la historia, queda patente que aún queda mucho trabajo por delante para la DGT, que deberá analizar unos datos que constatan que los cambios legislativos en los últimos años no han surtido los efectos esperados en el sector de la moto.
Según el propio balance de la DGT, aún se espera el informe definitivo en el que también se contabilizarán los fallecidos en los 30 días posteriores al accidente como consecuencia del mismo.
